La actriz y realizadora Silvia Munt, que esta noche recibe en Valladolid el homenaje del Festival Internacional de Cine y Ficción para Televisión (1Seminci), ha animado al cine español a no perder "el tren" del telefilme para dinamizar un sector que se encuentra en una "evolución brutal".

Ese formato constituye a su juicio "una buena cantera" y también "un lugar para recuperar mucho público, algo impensable ahora para las salas de cine, porque a la gente le interesa como demuestran las audiencias", ha explicado Munt tras la proyección de "Bajo el mismo cielo", que ha dirigido y que clausura la 1SeminciTV.

Munt, inmersa en la dirección desde hace una década, ha reivindicado el cuidado y la protección de los telefilmes, para lo cual ha propuesta su emisión sin interrupciones publicitarias y en un día determinado, porque casi siempre "despistamos al público de una manera cruel".

Sólo de esa manera, ha añadido la directora de filmes como "Pretextos" (2007) y de telefilmes como "Las hijas de Mohamed" (2003), se logrará consolidar en España un formato de gran arraigo ya en otros países del entorno europeo entre los que ha mencionado a Francia, Reino Unido y Alemania.

"Si este festival no hubiera nacido en Valladolid, lo habríamos tenido que inventar porque es muy importante conceder la importancia que tiene la ficción para televisión", donde en su opinión sí tiene cabida la presencia de un lenguaje cinematográfico "siempre que se cuenten buenas historias y se expliquen bien", ha matizado.

Ella misma lo ha intentado en "Bajo el mismo cielo", proyectada fuera de concurso en la 1SeminciTV, donde presenta una historia de dramas cotidianos, de historias humanas basadas en hechos reales que han protagonizado la niña Elvira Armiñán y los actores Lubna Azabal y Hamid Krim.

Hannan es una pequeña hija de emigrantes marroquíes en España a quien su progenitor obliga a tomar la decisión de quedarse junto a su madre en el país de adopción, o a regresar de forma definitiva a su lugar natal, que apenas conoce.

Silvia Munt, según ha explicado a los periodistas, ha pretendido desmontar el maniqueísmo con que habitualmente se suele plantear el drama de la separación de una pareja, y reenfocarlo desde la perspectiva de sus principales protagonistas, en especial de la pequeña, para tratar de atender y de entender las razones de cada uno.

"La vida es una constante elección, pero en realidad no pertenecemos a nadie, nos nutrimos de todos los sitios", ha explicado la directora, dueña de una trayectoria "curiosa y variadita" basada en estudios de psicología, ballet, coreografía y dirección escénica.

Pero a los veinte años se decantó por el cine, al que ha contribuido como actriz con más de una treintena de filmes desde que en 1981 debutó con "La plaza del diamante", a las que hay que añadir una docena de películas para televisión.

Desde hace diez años se ha dedicado plenamente a la dirección, un lugar donde se encuentra muy cómoda "porque me ha permitido evolucionar hacia dentro para intentar entender lo que pasa a los demás, crecer y sentirme útil".

Esa máxima la ha aplicado detrás de la cámara en los cortometrajes "Déjeme que le cuente" (1998) y "Lalia" (1999), así como en el largometraje documental que sobre la mujer de Salvador Dalí estrenó en 2003, cuatro años antes de "Pretextos", su primer largo de ficción.

Para televisión ha dirigido "Quia" 8200), "Las hijas de Mohamed" (2003), "Cosas que pasan" (2003) y la referida "Bajo el mismo cielo"

"Siempre he ido aprendiendo para tener cosas que decir, contar lo que a la gente puede interesarle", ha concluido.