Este artículo se publicó hace 15 años.
Simoncelli logra una clara victoria en Indiniápolis pero Bautista no puede recortar a Aoyama
El italiano Marco Simoncelli (Gilera) se adjudicó una clara victoria en el Gran Premio de Indianápolis de 250 c.c. que se disputó hoy en este circuito americano del mismo nombre, en el que el español Álvaro bautista (Aprilia) no pudo recortar las diferencias con el japonés Hiroshi Aoyama (Honda).
Con esta victoria Simoncelli ha conseguido acercarse aún más a sus rivales en la lucha por el título mundial, Aoyama y Bautista, que no pudieron hacer nada por evitar el triunfo del vigente campeón del mundo.
Álvaro Bautista y Héctor Barberá fueron protagonistas iniciales al volver a salir mal, en tanto que sorprendió el francés Jules Cluzel, quien se colocó líder, mientras que ni Hiroshi Aoyama ni Marco Simoncelli se quedaron atrás y pronto estaban en disposición de luchar por la cabeza de carrera.
Mike di Meglio, autor del mejor tiempo de entrenamientos protagonizó un primer susto que a punto está de hacerle caer y, de paso, llevarse por delante al líder del mundial, el japonés Hiroshi Aoyama, quien en el segundo giro ya era tercero, por detrás de Cluzel y Simoncelli.
Apenas un giro después Marco Simoncelli consiguió pasar de forma espectacular al francés Jules Cluzel, mientras que Bautista y Barberá se esforzaban por recuperar el gran terreno perdido tras la salida, en la que Álex Debón (Aprilia) y Héctor Faubel (Honda) no fallaron y se colocaron tras el grupo de favoritos.
Pero el ritmo de Bautista y el potencial de su Aprilia le permitieron recuperar terreno con cierta facilidad y en la séptima vuelta ya estaba quinto, aunque lejos todavía de Simoncelli, por entonces líder, y del japonés Aoyama, quien vio como delante suyo se caía Jules Cluzel, quien intentó tener su momento de gloria pero éste acabó por los suelos al rodar muy por encima de sus posibilidades junto al italiano y al nipón.
Simoncelli impuso al frente de la carrera un ritmo bastante vivo, aunque algo más lento que en los últimos entrenamientos, sabedor de que no podía arriesgarse a una nueva caída, tras las tres que sufrió ayer, lo que permitió a Hiroshi Aoyama colocarse a su rebufo y esperar acontecimientos, mientras que Álvaro Bautista, cuarto tras la caída de Cluzel, intentó recuperar terreno como pudo.
Bautista tuvo un gran aliado en su propio compañero de escudería, el francés Mike di Meglio, quien se estableció como cabeza de puente entre el dúo de cabeza y él, lo que además le servía de referencia al de Talavera de la Reina para continuar su progresión.
A once vueltas del final Álvaro Bautista ya estaba a rebufo de su compañero de equipo y con algo menos de dos segundos sobre el dúo líder de la competición, que bajó a menos de segundo y medio a ritmo de vuelta rápida dos giros después.
Pero el japonés, bien apuntado desde la pizarra de su equipo se percató de la llegada de Bautista y a siete vueltas del final protagonizó la vuelta rápida de carrera para pegarse literalmente a Simoncelli y buscar su opción de victoria que le consolidase en el liderato del campeonato.
Simoncelli, tampoco falló y en cuanto lo consideró oportuno pegó el tirón definitivo que ni Aoyama ni Bautista pudieron neutralizar y que le permitió protagonizar sendas vueltas rápidas casi consecutivas que le lanzaron directamente hacia la victoria, con Aoyama cómodo en la segunda posición y Bautista en el tercer lugar, lo que le hizo ceder varios puntos más frente al japonés.
Héctor Barberá no pudo ser ni la sombra de lo que habitualmente es y tras llegar a la quinta plaza el rendimiento de su Aprilia bajó y se vio superado primero por el italiano Roberto Locatelli (Gilera) y el tailandés Ratthapark Wilairot (Honda), que se cayó en las últimas y dejó tranquilo en el sexto puesto al de Dos Aguas.
Un par de posiciones más atrás, en la octava plaza entró Héctor Faubel (Honda), casi siempre rodando en esas posiciones, justo por delante del castellonense Álex Debón (Aprilia), quien a siete vueltas del final se cayó tuvo que ser ayudado por las asistencias médicas del circuito estadounidense.
El quinto y último español en discordia, Axel Pons, hijo del dos veces campeón del mundo de 250 c.c., Sito Pons, consiguió sus primeros puntos mundialistas al finalizar la prueba en una meritoria decimocuarta plaza.
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