Este artículo se publicó hace 14 años.
Los sindicatos griegos anuncian una huelga en el sector público
Los sindicatos griegos prometieron el lunes combatir las medidas de austeridad impulsadas por el Gobierno con una huelga del sector público, la primera prueba sobre el compromiso gubernamental con la reducción del déficit fiscal y la enorme deuda pública del país que ha sacudido la confianza en el euro.
La huelga de 24 horas prevista para el miércoles se produce cuando el primer ministro Giorgios Papandreu ultima los detalles de un plan para reducir el déficit público que busca recuperar la solvencia fiscal del país y fue apoyado la semana pasada por la Comisión Europea.
techo establecido por la UE - para 2012.
La reforma impositiva y el proyecto de ley salarial serían presentados esta semana y se convertirían en ley para finales de este mes, pero los detalles han generado malestar en los poderosos sindicatos griegos.
"Estamos luchando para que los trabajadores no paguen la crisis", dijo el sindicato del sector público ADEDY en un comunicado. "Demandamos un incremento salarial (...), un sistema impositivo justo".
ADEDY advirtió posteriormente de que convocaría otro paro a principios de marzo si el plan de austeridad es demasiado duro. En una rueda de prensa, su vicepresidente, Ilias Vrettakos, dijo que el jueves tomarán una decisión, "dependiendo de la decisión del gabinete sobre impuestos y pensiones".
Previamente, el sindicato dijo que estaba estudiando unirse a la huelga convocada por GSEE, que agrupa a empleados del sector privado. Ambas organizaciones representan a alrededor de la mitad de los cinco millones de trabajadores de Grecia.
PROTEGER LAS RENTAS BAJAS
El ministro de Finanzas, Giorgios Papaconstantinou, que el lunes participó en un consejo de ministros inesperado, dijo que las rebajas salariales y la reforma tributaria supondrían bajar el tipo máximo impositivo, en un intento de proteger a los más pobres.
Como consecuencia de los cambios impositivos, la mayor carga recaería sobre un porcentaje pequeño de contribuyentes, explicó el ministro.
Las preocupaciones por la salud fiscal de Grecia han golpeado sus bonos y sus acciones, impulsando los costes de su endeudamiento y llevando al euro a mínimos en ocho meses y medio frente al dólar.
La reacción del Gobierno a la huelga de esta semana será seguida de cerca por los mercados internacionales para ver si Grecia puede mantener sus planes para reducir el déficit y evitar un contagio a otros países de la zona euro como Portugal y España.
"Estamos haciendo un esfuerzo enorme para proteger nuestra economía de la especulación y de la falta de credibilidad, lo cual ha llevado a términos adversos de endeudamiento", dijo Papaconstantinou a un diario local.
Los ministros de Finanzas de la eurozona dijeron a sus homólogos del G-7 en un encuentro el fin de semana que se asegurarían que Grecia cumpla su plan fiscal, pero las promesas no convencieron a los mercados cambiarios, donde el euro perdía terreno el lunes.
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