Este artículo se publicó hace 16 años.
Solbes afronta con "tranquilidad" una desaceleración "saludable" de la economía
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, aseguró hoy que afronta con "tranquilidad" la desaceleración económica, que además aseguró es "saludable", e insistió en que España está "preparada" para afrontar la coyuntura actual.
Solbes compareció hoy a petición propia -aunque previamente lo habían solicitado el PNV e IU-ICV- en la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso para explicar la situación de la economía, marcada por los datos negativos del aumento de la inflación, el paro y por la caída de la confianza de los consumidores.
El ministro de Economía y Hacienda, que dedicó buena parte de su intervención a citar los buenos resultados económicos de la legislatura, anunció que según los cálculos de su departamento el PIB ha crecido el 3,5 por ciento interanual en el cuarto trimestre de 2007.
Esto supone, dijo, que la economía española cerró el año pasado con un crecimiento del 3,8 por ciento, en concordancia con las previsiones del Ejecutivo, mientras que la "gradual" desaceleración conducirá a una tasa del 3,1 por ciento al cierre de este año.
Solbes recordó que este último registro es similar a los que registraba el crecimiento en 2004, cuando el PSOE accedió al Gobierno, por lo que lamentó que lo que entonces el PP consideraba una "herencia económica inmejorable" sea hoy "motivo de alarma y de interpretaciones catastrofistas".
"Si hacemos las cosas con cierto sentido común, es perfectamente posible que la economía siga creciendo en el entorno del 3 por ciento" durante periodos de "cierta dificultad", dijo el vicepresidente, quien previamente, en una entrevista en Onda Cero, aseguró que el Ejecutivo lleva cuatro años preparándose para cuando lleguen las "vacas flacas".
Recordó que él cree en la teoría de los ciclos económicos y en que "después de los buenos vienen los malos", y por eso defendió la política fiscal practicada por el Gobierno, con la que se ha logrado reducir la deuda gracias a la consecución de superávit de las cuentas públicas durante cuatro ejercicios consecutivos, un saldo que permite contar con margen para periodos de menor bonanza.
Además se dio por "satisfecho" por el hecho de que ya se está produciendo un cambio en el patrón del crecimiento, con un menor peso de la construcción y el consumo y una mejora de la inversión en bienes de equipo, industria e infraestructuras, aunque aún quedan "muchos esfuerzos" que hacer en I+D+i.
En cuanto a la creación de empleo, aseguró que seguirá manteniendo su dinamismo, aunque en menor medida que en esta legislatura, y advirtió de que los tres millones de puestos de trabajo creados en estos cuatro años suponen un logro "difícilmente irrepetible".
Tras analizar las grandes cifras macroeconómicas, Solbes aseguró que al Gobierno le preocupa la elevada inflación -en el 4,3 por ciento según el indicador adelantado- que supone una "erosión" de la renta disponible de las familias, si bien reiteró que no será "duradera" y retornará a sus "niveles actuales" a partir de la primavera.
El origen de esta fuerte subida, prosiguió, "no es español, sino internacional", aunque reconoció que la inflación española es superior a la de los países de nuestro entorno por tres razones: una mayor dependencia energética, una mayor incidencia del encarecimiento de los alimentos y por las subidas de determinados bienes y servicios.
En cualquier caso, Solbes advirtió en varias ocasiones de que el Gobierno no va a acometer planes de choque para afrontar el alza de los precios porque las medidas puntuales "influyen a muy corto plazo" sobre los síntomas, crean numerosas distorsiones económicas en el proceso" y, en conclusión, "no sirven para nada".
La política antiinflacionista del Ejecutivo, explicó, tiene un "horizonte a largo plazo", está estructurada en el Programa Nacional de Reformas y se dirige a mejorar la liberalización y la competencia de los mercados.
En este debate, los portavoces de todos los grupos parlamentarios exigieron al Gobierno que adopte medidas para paliar los efectos negativos de las subidas de precios sobre la renta de las familias.
A excepción del PP, todos los portavoces coincidieron en rechazar las "tesis catastrofistas" sobre la situación económica y reconocieron las buenas cifras de la legislatura, aunque expresaron también su preocupación por la actual coyuntura.
El portavoz popular, Vicente Martínez Pujalte, acusó a Solbes de resolver esta comparecencia con un discurso "triunfalista" en lugar de aportar soluciones "reales" de los problemas de los ciudadanos.
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