Este artículo se publicó hace 11 años.
'El Solitario' finge un desmayo para escaquearse de un juicio
Jaime Giménez Arbe cumple una conde de 47 años de prisión por matar a dos Guardias Civiles en Navarra y por el atraco a un banco en la localidad madrileña de alcobendas
La juez de lo Penal número 17 de Madrid ha rechazado suspender este martes el juicio contra Jaime Giménez Arbe, conocido como El Solitario, que ha simulado un desmayo para no declarar por el atraco en la Moraleja cometido en 2006.
Al inicio de la vista, los abogados del acusado, Andrés Abadie y Javier Álvarez, han pedido la suspensión de la vista alegando que el conocido atracador no se encuentraba bien porque está en huelga de hambre y de sed para denunciar las condiciones en que se encuentra en la prisión portuguesa en la que cumple condena. El Solitario se ha caído al suelo y cuando la juez le pidió que se pusiera en pie, ha fingido perder el conocimiento de nuevo.
Tras este incidente ha tenido que ser incorporado al banquillo de los acusados por agentes de la guardia civil, que también le han ayudado a mantenerse sentado al inicio del juicio. Ello ha motivado que una médico forense le tomara el pulso para comprobar su estado de salud. La titular del juzgado no ha suspendido la vista al entender que el acusado se encontraba en perfecto estado de salud, y le ha reprendido por "simular" el desmayo cuando se encuentra "en buen estado de salud", con constantes vitales normales e hidratación óptima, como indicaba el informe médico del centro penitenciario de Soto del Real.
El Juzgado de lo Penal número 17 de Madrid ha juzgado este martes a Jaime Giménez Arbe, conocido como El Solitario y condenado a 47 años de cárcel por el asesinato de dos guardias civiles en Navarra. Giménez Arbe, el atracador más famoso de España, se enfrenta a 11 años de prisión por los delitos de robo con intimidación, tenencia ilícita de armas y falsedad documental.
Tras el supuesto desmayo, la vista se ha desarrollado con normalidad. Tras escuchar veinticuatro testimonios, la Fiscalía ha mantenido su petición de once años de prisión para el procesado, al igual que la acusación particular, mientras que su defensa ha pedido la absolución porque las pruebas no son concluyentes.
En el jucio, Giménez Arbe ha negado que atracase un banco en Alcobendas (Madrid) en 2006 y ha asegurado que los testigos no han podido reconocerle a él sino "a un personaje utópico". El Solitario ha hecho uso de la última palabra antes de que el juicio quedara visto para sentencia para asegurar que las pruebas recabadas no son concluyentes. Durante su intervención ha mantenido un leve rifirrafe con la juez, que le ha pedido que se ciñera a hacer uso de la última palabra y le ha exigido respeto, por lo que el acusado ha llegado a decir que se sentía "como en la época de Franco".
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