Este artículo se publicó hace 15 años.
La solución para su continuidad
Blesa conseguiría quedarse en la caja si rematara una fusión antes de otoño
Lleva meses enfrascado en una pelea legal con Esperanza Aguirre, intentando agarrarse a cualquier resquicio para que la presidenta regional no logre separarle del cargo sólo porque no atiende a sus peticiones. Y ahora tiene más difícil que nunca continuar en el cargo porque la lideresa ha logrado poner de su lado a todos los grupos con poder en Caja Madrid. Pero la crisis ha servido a Miguel Blesa (presidente de la entidad) la solución en bandeja: si acomete una fusión podrá mantenerse dos años más en su atalaya y ganará (aunque sólo sea de forma temporal) la batalla a su verdugo.
Aguirre ha cambiado dos veces en los últimos meses la ley de cajas para evitar que Blesa pueda quedarse otros seis años. Pero no cambió el punto que obliga a paralizar durante dos años los procesos electorales cuando se inicia una integración. Y a esa posibilidad se agarrará seguramente Blesa para seguir en la entidad.
A mediados de junio, Blesa ya empezó a vender la idea de que estaba dispuesto a hacer una fusión, pero con la única intención de salvar a cajas en problemas. Ahora, la disposición es la misma pero el argumento ha cambiado: quiere realizar una gran fusión para hacer de Caja Madrid un gigante (conseguiría de paso reducir la brecha cada vez mayor con La Caixa). Lo que niega, en todo caso, es que vaya a unirse con cualquiera para poder mantenerse en el cargo.
Sea cual sea la razón, superficial o de fondo, Blesa cree que ha llegado el momento de enfrascarse en fusiones. La caja no puede permitirse el lujo de que otras le ganen terreno en la crisis. Pero no lo va a tener fácil: en su contra está el calendario (su mandato expirará en torno a noviembre) y los caprichos políticos. En el caso de Caja Madrid, cualquier fusión es más difícil porque tiene que hacerse con una caja de otra región y las comunidades autónomas no están por la labor de perder el control de sus entidades. Y en este caso se da una circunstancia añadida: los gobernantes del PP de algunas comunidades pueden impedir temporalmente la fusión para, siguiendo el juego a Aguirre, impedir que Blesa un hombre aupado por José Aznar se eternice en el cargo. Ya lleva 13 años.
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