Este artículo se publicó hace 13 años.
Una solución negociada en el conflicto en Repsol
La patronal calcula que este año se cerrará con un 16% menos de entregas y no ve mejora en 2012
"Si el tiempo es lo más caro, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches", decía el político y científico estadounidense Benjamin Franklin. La máxima calza bien en el conflicto que tiene el primer accionista de Repsol, la constructora Sacyr, por su alianza con la petrolera mexicana Pemex para ganar poder en la compañía presidida por Antoni Brufau y controlada, de facto, por La Caixa (con el 12,5% del capital). Tiempo es lo que no puede malgastar la constructora que preside Luis del Rivero, que necesita cerrar antes del 21 de diciembre la refinanciación del crédito de 4.900 millones que pidió para comprar el 20% de la petrolera española.
De hecho, Del Rivero ya está encauzando esa renegociación del préstamo y tantea ahora a bancos brasileños y chinos. La cúpula de la constructora cree que firmará la refinanciación sin problemas. Un punto a favor es que, en su día, el Banco Santander se mostró proclive a refinanciar. Pero no ayuda a Sacyr la firme oposición que ha encontrado a su alianza con Pemex (juntas controlan el 29,5% de Repsol) en el Consejo de Administración de Repsol, que reclamó el miércoles que disuelvan esa entente. A ello, Sacyr respondió que impugnará el acuerdo del Consejo, lo que abre la puerta a una batalla judicial que tampoco le beneficia. La constructora debe presentarse ante la banca que tiene que refinanciar su crédito como un accionista estable en Repsol y con posibilidad de sacar la máxima rentabilidad a su participación del 20% (ahora del 29,5%, con Pemex). Pero una guerra en los tribunales con Brufau y La Caixapuede enturbiar ese objetivo.
Sacyr y La Caixa están abocadas a sentarse a negociar y pactar
A la oposición frontal en el Consejo de Repsol se une el descontento de varios accionistas de Sacyr, que agrupan en torno al 38% (frente al 43% de apoyos que tiene Del Rivero): el inversor Juan Abelló; el dueño de la petrolera Disa, Demetrio Carceller, y las cajas agrupadas en Novacaixagalicia (NCG), Bankia, Unicaja y Banco Mare Nostrum (BMN). Acaban de pedir a Del Rivero que pacifique el conflicto con la caja que preside Isidre Fainé. No creen que ir ante el juez sea la mejor opción.
La solución pasa por que Del Rivero y Fainé se sienten a negociar y pactar una salida, apuntan diversas fuentes empresariales. Algunas de esas fuentes señalan que se estarían preparando pasos tendentes a buscar una solución negociada entre las partes.
Entretanto, los cuatro grupos financieros de cajas deciden esta semana si meten más presión o no a Del Rivero, pese a que votaron a favor de la alianza Sacyr-Pemex (como Abelló y Carceller). Para ello, está prevista una reunión de sus presidentes José María Castellano (NCG), que lidera la iniciativa, Rodrigo Rato (Bankia), Braulio Medel (Unicaja) y Carlos Egea (BMN). Su decisión será clave en los pasos de Sacyr.
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