La quinta y última jornada de votación en India concluyó ayer y cientos de millones de indios iniciaron la espera para conocer, el próximo sábado, los resultados de las elecciones.

Sondeos, proyecciones de partidos y hasta apuestas hechas públicas por los canales de televisión al cierre de las urnas daban la ventaja electoral al gobernante Partido del Congreso de Sonia Gandhi. Este y el hinduista Bharatiya Janata Party (BJP) compiten por lograr una mayoría que les permita encabezar el próximo Ejecutivo.

La jornada de ayer cerró unos comicios que se han extendido durante un mes con cinco días de votación y en los que apenas ha habido debate sobre el rumbo político y económico que adoptará el país, de casi 1.200 millones de habitantes.

A las cinco de la tarde se cerraron los colegios electorales en nueve estados y territorios del subcontinente, entre los que se encuentra Tamil Nadu o Bengala Occidental, que votaron en la quinta y última fase de las maratonianas elecciones.

Estos largos comicios han cumplido su objetivo de reducir la violencia durante el proceso electoral, a pesar de algunos incidentes protagonizados por la guerrilla maoísta, pero sólo han atraído a las urnas a la mitad de los 714 millones de indios llamados a votar.

Gobierno de coalición

Los resultados se revelarán el sábado y a partir de entonces comenzará la frenética búsqueda de compañero de Gobierno, que debe concluir como muy tarde el 2 de junio.

Los partidos y medios de comunicación indios aceleraron ayer sus predicciones y cábalas sobre los componentes de la futura coalición.

A pesar de que las encuestas señalan al Partido del Congreso, actualmente en el poder, como la formación con más escaños, aún necesitará de una miríada de formaciones regionales para alcanzar la mayoría parlamentaria. La mayoría de los analistas políticos prevé un gobierno inestable, incapaz de concluir la legislatura.