Este artículo se publicó hace 15 años.
Los sondeos a pie de urna dan el triunfo a la oposición en Japón
La oposición vencerá cómodamente las elecciones parlamentarias celebradas el domingo, según los sondeos a pie de urna, con lo que podría terminar con el largo mandato del partido conservador y darles la tarea de recuperar la economía tras la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.
Sondeos de cadenas privadas de televisión daban al Partido Democrático de Japón (PDJ) dos tercios de los 480 escaños de la Cámara Baja, frente a los 115 que tenía.
Esta proyección está en línea con las encuestas durante la campaña electoral, que pronosticaban una gran derrota para el primer ministro, Taro Aso, y su Partido Liberal Democrático (PLD), que ha gobernado durante más de 50 años.
Un alto cargo del partido aseguró que parecen dirigirse a una "histórica derrota".
"Las predicciones de los medios son una conmoción. Teníamos dudas, pero creo que se van a convertir en realidad", declaró Yoshihide Suga, vicepresidente del Consejo de Estrategia Electoral del PLD.
Una victoria del PDJ pondría fin además a un estancamiento político en el Parlamento. Desde 2007 ya controla con sus aliados la Cámara Alta, que aunque tiene menos competencias les ha permitido retrasar leyes importantes.
El partido ha prometido un gobierno que ponga dinero en manos de los consumidores, recorte los gastos innecesarios y dé menos poder a los burócratas.
También acabaría con la asociación entre el PLD, las grandes empresas y los burócratas, que convirtió Japón en un gigante económico tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial, aunque la estrategia se hundió al romperse la "burbuja" económica a finales de los 80. Desde entonces, el crecimiento no ha logrado recuperarse completamente.
"Esto se trata del final del sistema político de la posguerra en Japón", dijo Gerry Curtis, experto sobre el país en la Universidad de Columbia.
"Es la única vez en la que otro partido que no sea el PLD ha obtenido una mayoría en la Cámara Baja de la Dieta (Parlamento). Supone el final de una larga era, y el principio de otra en la que hay mucha incertidumbre".
La mayoría de los sondeos dan al PLD poco más de 100 escaños, frente a los 300 que tenía. Su socio, el Partido Nuevo Komeito, podría sacar unos 20.
CAMBIO
El líder del Partido Democrático, Yukio Hatoyama, de 62 años y nieto de un ex primer ministro, dijo el sábado a los votantes que las elecciones cambiarían la historia de Japón.
Mencionó la palabra cambio continuamente, un concepto que parece haber calado en los japoneses. Muchos parecen dispuestos a darles una oportunidad, a pesar de no estar seguros de que vaya a poder sacar al país de la peor recesión en 60 años.
"No me gusta lo que está pasando ahora en este país. Las cosas tienen que cambiar", dijo Kazuya Tsuda, médico jubilado de 78 años que votó por el Partido Democrático en Tokio.
La oposición han prometido centrar el gasto en los hogares, con subvenciones por hijos y ayudas a los agricultores, además de arrebatar el control político a los burócratas, que a menudo son culpados por el fracaso de Japón en afrontar cuestiones como un sistema de pensiones en problemas.
El partido quiere además forjar una postura diplomática más independiente respecto a su aliado clave en seguridad, Estados Unidos, mejorando las relaciones con Asia, frecuentemente tensas por los amargos recuerdos de la Segunda Guerra Mundial.
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