Público
Público

El sotobosque pasa de aliado a enemigo en tiempo de sequía

A. M. V.

Los bomberos tienen comprobado que la gran mayoría de incendios a los que acuden queman menos de una hectárea. A estos pequeños fuegos se refieren como conatos. ¿Por qué en verano se convierten con más frecuencia en grandes frentes de llamas?

La explicación radica en las altas temperaturas, la escasez de precipitaciones y la sequedad del ambiente. El principal factor en los incendios es el combustible, la vegetación que pueden arrasar. Y al inicio de un fuego, la clave radica en el matorral y el sotobosque que, en caso de que haya llovido o la humedad sea alta, tienen una gran facilidad para absorber agua y frenar las llamas.

Por contra, si esta vegetación se seca, constituye un perfecto combustible para el incendio. Expertos consultados exponían que la lluvia que ha caído en Catalunya durante todo el año hizo crecer mucho matorral, pero la sequía de mayo y junio en la zona de Tarragona y el Ebro lo ha secado, convirtiendo el mejor escudo en un mal aliado. 'Una borrasca estos días habría salvado el verano', explicó una fuente. Los vientos secos como los del sur y el oeste que soplan en Els Ports también dificultan la extinción del fuego.

 

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias