El traslado de Spanair de su sede de Palma de Mallorca a Barcelona, donde empezará a operar a partir del 15 de septiembre, conllevará un recorte de personal.

En una primera fase debían instalarse en Barcelona 196 empleados, los correspondientes a las áreas de Recursos Humanos, Dirección Financiera y Servicios Generales. Del total, sólo 73 (el 37%) han accedido a cambiar su lugar de trabajo y residencia. Otros 123 han preferido rescindir su contrato. Spanair explicó ayer que no se repondrá el mismo número de personas que había en Palma, puesto que 'la compañía se redimensionará para ajustarse a la demanda actual'.

Los empleados tienen entre el 15 de septiembre y el 31 de octubre para ubicarse en Barcelona. La presidenta del comité de empresa, Eva Marín, pese a aceptar las condiciones de la empresa, ya advirtió de que la mayoría de empleados no conservaría su puesto porque su sueldo, próximo a los 1.000 euros, no permite un cambio de residencia. En la misma línea, el secretario del comité, Javier Carretero, explicó que sólo 'los jefes', que ganan 'entre 2.000 y 3.000 euros, pueden permitirse el traslado', informa Efe.

En una segunda fase, la aerolínea ofrecerá el traslado a 170 empleados, que disponen hasta el 31 de octubre para decidir si acceden o abandonan la compañía. Una vez termine la construcción de un hangar de reparación de aviones en El Prat, en 2010 se deberán trasladar los últimos 30 trabajadores, técnicos de mantenimiento. Carretero aseguró que sólo un 10% del total de la plantilla mantendrá el puesto.