Este artículo se publicó hace 16 años.
Los Spurs marchan imparables y se recuperan los Mavericks
Nada detiene a los actuales campeones de liga, los Spurs de San Antonio, que se encuentran a sólo un triunfo de las semifinales de la Conferencia Oeste, mientras que los Mavericks de Dallas lograron su primera victoria en la serie después de sufrir dos derrotas consecutivas.
La sorpresa de la jornada la volvieron a protagonizar los Pistons de Detroit en la Conferencia Este, al viajar a Filadelfia y perder el tercer partido de la serie ante el equipo local de los Sixers, que tienen ventaja de 2-1 en la eliminatoria.
Esta vez no hubo ni revancha, ni drama ni mucho menos polémica. Los Spurs, con el base francés Tony Parker en plan de gran estrella, que anotó 41 puntos, dieron una paliza de 115-99 a los Suns de Phoenix y pusieron un pie en la semifinales.
Después de dos partidos muy igualados en San Antonio, el primero dramático de dos prórrogas, los Spurs visitaron Phoenix e hicieron su mejor baloncesto en el tercero de la eliminatoria que ahora dominan por 3-0.
Los actuales campeones de la NBA siempre estuvieron al frente en el marcador y lograron su noveno triunfo consecutivo en la fase final y el decimotercero de los últimos 14 partidos que han disputado desde la pasada temporada.
El cuarto de la serie al mejor de siete se jugará el domingo en el mismo escenario del US Airways Center y a los Suns no les vale nada más que la victoria si no quieren quedar eliminados, aunque ningún equipo ha podido remontar una desventaja de 0-3.
La historia del partido tuvo un nombre propio y fue el del francés Parker, que ha comenzado a jugar su mejor baloncesto en la recta final de la liga y desde el inicio de la eliminatoria y anotó 17 de 26 tiros de campo, repartió 12 asistencias, capturó cinco rebotes y recuperó dos balones.
Si a la inspiración y aciertos de Parker se une que el base canadiense Steve Nash no pudo superar nunca la defensa que le hicieron los Spurs, entonces el resultado no sorprende a nadie, ni a los propios seguidores de los Suns, que admitieron con resignación que los actuales campeones de liga son mejor equipo que el suyo.
Además, el alero Tim Duncan se mantuvo en su línea de líder que pudo con el duelo que le presento el pívot Shaquille O'Neal y aportó 23 puntos con 10 rebotes, dos asistencias y un tapón.
Tampoco podía faltar el protagonismo y la ayuda del escolta argentino Manu Ginóbili, que llegó a los 20 puntos con cinco rebotes después de jugar 28 minutos, en los que anotó 7 de 11 tiros de campo, incluidos 4 de 7 triples.
Los Spurs, que lograron un 56,1 por ciento de acierto en los tiros de campo, el 40 (6-15) de triples y el 89,5 (17-19) desde la línea de personal, ganaron el cuarto partido consecutivo de la fase final fuera de su campo y el noveno de los últimos 11 que han disputado.
Mientras, los Suns jugaron lo mejor que pudieron, pero comprobaron que la llegada de O'Neal no les hizo ser más competitivos y de nuevo los 28 puntos con 11 rebotes del alero Amare Stoudemire no fueron suficientes para evitar la tercera derrota consecutiva por primera vez en lo que va de temporada.
Los 19 puntos que logró O'Neal con seis rebotes confirmaron que tampoco fueron todos los que necesitaba el equipo para compensar la mala noche que tuvo Nash al quedarse con sólo siete tantos y nueve asistencias.
El alero alemán Dirk Novitzki quiso responder a sus críticos sobre la falta de liderazgo cuando está en el campo con una gran actuación individual que permitió a los Mavericks ganar por 97-87 a los Hornets de Nueva Orleans en el tercer partido de la eliminatoria de la Conferencia Oeste.
Después de haber perdido los dos primeros partidos en Nueva Orleans, los Mavericks necesitaban conseguir la victoria para seguir con aspiraciones a ganar la serie al mejor de siete y sobre todo recuperar la imagen de equipo ganador.
Ahora la serie queda 2-1 favorable a los Hornets, pero el domingo se disputará el cuarto partido, que se volverá a jugar en el American Airlines Center, de Dallas, donde el equipo de Nueva Orleans no ha ganado desde la temporada de 1998.
Nowitzki lo hizo todo bien en el campo para descubrirle a los Hornets su condición de equipo sin experiencia en la fase final y darle a los seguidores de los Mavericks la esperanza de que pueden superar la eliminatoria.
El alero alemán jugó 44 minutos para conseguir una producción de 32 puntos, 19 rebotes y seis asistencias, sin que la defensa -individual, de doble equipo y por zonas- de los Hornets pudiese controlar sus acciones.
El base Jason Terry esta vez también dio una gran ayuda al ataque de los Mavericks al conseguir 22 puntos, mientras que el alero Josh Howard, envuelto en la polémica tras admitir públicamente que consume marihuana cuando está en su casa, logró 18 tantos.
El base Chris Paul, que se convirtió en el primer jugador en lograr al menos 30 puntos y 10 asistencias en sus dos primeros partidos como profesional en la fase final, esta vez fue limitado a sólo 16 tantos (4 de 18 tiros de campo), aunque repartió 10 pases de anotación.
Quien sí aportó 30 puntos fue el escolta reserva Jannero Pargo para ser el máximo encestador del equipo, que tuvo a otros tres jugadores que anotaron en dobles dígitos.
Una vez más, los Pistons se empeñaron en ser su peor enemigo cuando disputan la fase final del campeonato y lo demostraron al perder por paliza de 95-75 ante los Sixers de Filadelfia en el tercer partido de la eliminatoria de la Conferencia Este.
Los Sixers con el triunfo toman la ventaja de 2-1 en la serie que disputan al mejor de siete partidos y el cuarto se jugará en el mismo escenario del Wachovia Center, el próximo domingo.
La combinación del pívot haitiano Samuel Dalembert y el base Andre Miller iba a ser la ganadora para los Sixers.
Dalembert se hizo dueño del juego bajo los aros al conseguir 22 puntos con 16 rebotes para ser el líder de los Sixers y además anular a su marcador, el pívot Rasheed Wallace, de los Pistons, a quien limitó a sólo dos tantos y cinco rebotes.
Miller se exhibió ante los Pistons con su juego, especialmente en el tercer periodo cuando dirigió a los Sixers para que consiguiesen un racha de 22-9, que fue la que dejó sentenciado el partido.
La respuesta no pudo ser mejor al ver como Miller aportaba 21 puntos, con seis rebotes y tres asistencias, sin que los Pistons tuviesen respuesta a sus aciertos.
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