Este artículo se publicó hace 17 años.
Steingress afirma que el Flamenco ya no es andaluz y que su nacionalización se debe al miedo
El sociólogo y flamencólogo austríaco Gerard Steingress ha manifestado que el Flamenco "ya no es andaluz", y que cualquier esfuerzo por nacionalizarlo o por convertirlo en un patrimonio exclusivo "es actuar a partir del miedo y de la instrumentalización política".
"Cualquier concepción de Arte Nacional me suena a nazi", ha expresado Steingress en una entrevista con EFE, y ha aludido a iniciativas de apropiación política del Flamenco tales como la que recoge el nuevo Estatuto de Autonomía de Andalucía, que atribuye a esta comunidad competencias exclusivas en esta materia al considerarla un "elemento singular del patrimonio cultural andaluz".
Este austríaco afincado en Sevilla desde hace más de 20 años ha dedicado buena parte de su trayectoria profesional al estudio del Flamenco, de cuyas conclusiones han resultado varias publicaciones referidas a esta disciplina y a sus incidencias socioculturales, tales como "Flamenco y flamencología", "Los cantes flamencos" o "...Y Carmen se fue a París".
Recientemente ha publicado "Flamenco Postmoderno: Entre tradición y heterodoxia", que recopila varios ensayos sobre la materia realizados por este autor entre 1989 y 2006, y que aborda, entre otras cosas, la universalización del Flamenco que ha acarreado el fenómeno de la globalización y cómo esto ha supuesto un producto cultural "híbrido".
El autor ha señalado que "el Flamenco nació como algo moderno y a lo largo de su desarrollo se ha convertido en un elemento postmoderno y propio de una cultura trasnacional", y ha considerado que el rechazo a lo moderno ha supuesto un regreso a la tradición, y que "este neo tradicionalismo inventado se sustenta en motivos económicos y políticos".
Steingress también analiza cómo la visión de Europa sobre España condicionó el desarrollo de este Arte, y explica cómo la "fiebre gitanófila y exótica" por lo español de la burguesía europea del siglo pasado propició la aparición de espectáculos de cantaoras y bailaoras falsas en estos países que se hicieron pasar por gitanas españolas.
"El extranjero siempre ha estado detrás del Flamenco, y sin él éste no habría ido muy lejos", ha apuntado.
Steingress ha celebrado la aparición de nuevas tendencias, que fusionan manifestaciones propias del Flamenco con otras formas musicales, tales como el Hip-Hop o el Rap.
"Entrar en el mercado internacional tiene su precio, aunque por otra parte ayuda a enriquecer otras manifestaciones artísticas", ha opinado, y ha argumentado que este proceso "no implica degeneración, sino regeneración".
"El purismo es un invento que el Flamenco nunca conoció, y los flamencólogos puristas siempre han tenido motivaciones ajenas al estudio de esta materia", ha aseverado.
A este respecto, Steingress ha sentenciado que "la única pureza está en la capacidad expresiva del cantaor, el músico o el bailaor".
El sociólogo ha lamentado "el poco interés que se tiene en Andalucía por apoyar investigaciones sobre este fenómeno cultural, probablemente debido al miedo de que los resultados de estas investigaciones supongan una reacción a la nacionalización del Flamenco".
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