Un grupo de trabajadores de constructoras subcontratadas por Bruesa Gibraltar están concentrados en Madrid frente a la sede de la central de esta sociedad "desesperados" porque dicen llevan sin cobrar seis meses por la deuda de unos cuatro millones de euros que, según aseguran, mantiene la empresa.

Se trata de un grupo de unas 40 personas, subcontratistas y empleados de la obra, que han trabajado para Bruesa Gibraltar en la construcción de numerosas viviendas en el peñón, que se han trasladado a Madrid después de protestar en Sevilla y Gibraltar.

Protestan por esta situación que está afectando a unas 300 familias, según asegura entre lágrimas uno de los empleados de las subcontratas, Antonio Macías, junto a una pancarta con el lema "Los niños no tienen la culpa. Las hipotecas no esperan".

"Hemos venido con las manos vacías. Nadie nos está ayudando", se lamenta este obrero, rodeado de sus compañeros, que aseguran que se están manifestando desde el pasado mes de diciembre para buscar una solución, en la que dicen que sí está colaborando el Gobierno gibraltareño porque quiere reunirse con el responsable de Bruesa.

"Pero éste -continúa Macías- se ha negado a hablar con el responsable de trabajo del Gobierno gibraltareño y por eso nos hemos venido a Madrid para exigirle que vaya a esa reunión".

Los trabajadores creen que el próximo lunes la filial de Bruesa, Bruesa Gibraltar, "va a presentar suspensión de pagos, con lo que todas las subcontratas que tienen sus pagarés en negociación lo perderían todo".

"Queremos que alguien dé la cara porque nosotros hemos trabajado para que se construyan muchas viviendas en Gibraltar", dicen los trabajadores que explican que el Gobierno del peñón ha rescindido el contrato para la construcción de más pisos.

"Nos dice la filial que ahora no hay dinero, pero en Sevilla la multinacional tiene proyectadas obras por 400 millones de euros", denuncian los obreros, que llegaron anoche a Madrid procedentes de ciudades como Cádiz, Sevilla, Granada o Jaén.

Esta noche, afirman, la han pasado "al raso" porque se han venido "con lo puesto", ya que algunos dicen entre sollozos que tienen unos "cuantas monedas para pasar el mes".

Por ello, piden a la ciudadanía e instituciones solidarias que les ayuden con mantas o abrigos para poder estar en la calle, frente a la sede de la empresa, hasta el lunes, cuando tienen previsto venir sus familiares y amigos, si es que el Ayuntamiento de Coria les facilita un autocar.

Será también cuando esperan que los responsables de Bruesa accedan a escucharles para convencerles de que se reúnan con el Gobierno británico y encuentren una solución al conflicto.