Este artículo se publicó hace 15 años.
Sube la cifra de muertos por el seísmo en Italia
Por Deepa Babington y Antonella Cinelli
Por segunda noche consecutiva y con temperaturas muy bajas, los servicios de rescate buscaban supervivientes del seísmo que sacudió el lunes el centro de Italia, pero sacaron 15 cadáveres que elevaron a 250 el número de muertos.
Miles de supervivientes del peor terremoto en tres décadas pasaron una nerviosa noche en los campamentos provisionales, ya que numerosas réplicas sacudieron la montañosa región de los Abruzos, dificultado los esfuerzos de rescate y causando al menos un muerto más.
La más fuerte, con una magnitud de 5,6, dispersó a los equipos de emergencia y derrumbó edificios, incluidas partes de la basílica y la estación, mientras anochecía sobre la histórica ciudad medieval de L'Aquila, que sufrió lo peor del desastre.
El alcalde de L'Aquila dijo que un vecino resultó muerto, mientras que en Roma, a 100 kilómetros al oeste, los muebles de los pisos superiores de los edificios se movieron. Según medios, un romano de 76 años murió de un ataque al corazón.
"En las últimas dos noches he dormido tres horas como mucho. Me siento física y psicológicamente cansada por la falta de sueño y el miedo", expresó Ilaria Ciani, de 35 años, quien pasó la noche en una gran tienda azul en el campo de supervivientes situado en un campo de fútbol cerca de L'Aquila.
El primer ministro, Silvio Berlusconi, quien declaró estado de emergencia nacional y envió soldados a la zona, ordenó crear 20 campamentos más y 16 cocinas de campaña para dar acomodo a unas 14.000 personas.
Cientos de trabajadores de emergencia, muchos de ellos voluntarios, usaron grúas e incluso las manos para apartar los escombros y buscar supervivientes tanto en L'Aquila como en los pueblos de los alrededores destrozados por el terremoto.
Los socorristas estallaron en aplausos cuando se sacó a una joven de 20 años que fue hallada viva 42 horas después del seísmo en un edificio de cuatro pisos.
El primer funeral por una víctima está programado para el miércoles en la ciudad de Loreto Aprutino y será oficiado por el arzobispo de Pescara. Cerca de 1.000 personas permanecen heridas, 100 de ellas en estado grave, y hay algo menos de 50 desaparecidos.
"COGED UNAS VACACIONES"
Las autoridades calculan que alrededor de 17.000 personas han perdido su hogar, lo que les deja ante una dura Semana Santa, aunque Berlusconi quiso animarles y tranquilizarles.
"Id a la costa. Es Pascua, estad tranquilos. Nosotros haremos el inventario de las casas dañadas, vosotros cogeos unas vacaciones, pagamos nosotros", dijo el primer ministro en una visita a uno de los campamentos donde permanecen los afectados.
Muchos hoteles y otros establecimientos han ofrecido alojamiento gratuito o a precio bajo a los que se han quedado sin casa.
"Desde luego, cuando ven al premier están contentos, porque piensan que el Estado está próximo", agregó.
Muchas de las víctimas eran estudiantes de la universidad de L'Aquila. Un bombero del puerto de Pescara que llegó a ayudar en las tareas de rescate rompió a llorar tras desenterrar el cuerpo de su nuera, quien estudiaba en el lugar.
Trabajando con reflectores, los equipos de rescate usaron una grúa para levantar cuidadosamente los escombros de una residencia universitaria con la esperanza de encontrar supervivientes y sacaron los cadáveres de dos de los cuatro estudiantes que estaban desaparecidos.
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