Al menos una persona murió y cuarenta resultaron heridas en los enfrentamientos registrados esta madrugada en Bangkok entre simpatizantes del Gobierno y de la oposición, que llevó al Gobierno a decretar el estado de excepción en la capital tailandesa, según el último recuento oficial de víctimas.

Al menos diez de los heridos, que han sido ingresados en seis hospitales distintos de Bangkok, tienen un pronóstico muy grave y algunos presentan heridas de bala.

La zona que rodea la sede del Gobierno, donde se registraron los enfrentamientos, volvió a la normalidad hacia las cinco de la mañana, hora local, después de que unos 400 soldados pusieran fin a la batalla campal, donde algunos manifestantes arrojaron cocteles "molotov".

Poco después, el primer ministro de Tailandia, Samak Sundaravej, declaró el estado de excepción en Bangkok, que permite al Ejército emplear el uso de la fuerza, le da poder para censurar la información de los medios de comunicación, y prohíbe las reuniones públicas de más de cinco personas.

El líder de los manifestantes que ocupan la sede del Gobierno de Tailandia desde hace una semana, el ex general del Ejército y antiguo gobernador de Bangkok, Chamlong Srimuang, ha desafiado el estado de excepción y asegurado que sus partidarios continuarán en el recinto.

Las protestas callejeras comenzaron el pasado mayo, cuando los seguidores de la alianza acamparon y montaron un campamento con su escenario, frente al edificio de Naciones Unidas, para denunciar al Gobierno, al que tachan de corrupto, de desleal a la Corona, y de ser un títere al servicio del ex mandatario Thaksin Shinawatra, depuesto en septiembre de 2006 mediante un golpe de estado.