Este artículo se publicó hace 13 años.
¿El poder de la sugestión modifica las arterias cardíacas?
Por Amy Norton
Sugerir que un tratamientoalivia el dolor torácico, no sólo disminuye el dolor, sinotambién modifica de manera directa las arterias del corazón.
Luego de evaluar a 30 pacientes con dolor torácico, unequipo observó que aquellos a los que les comunicó que se lesadministraría una infusión analgésica dijeron sentir alivio deldolor.
Pero también sufrieron una modificación mensurable de lasarterias cardíacas: un estrechamiento leve, pero evidente, delos vasos sanguíneos.
Ningún participante tenía enfermedad cardíaca; se lesmencionó "el fármaco" (en realidad, solución salina inocua)solo cuando el examen clínico no había revelado obstruccionesarteriales.
El punto clave es el poder de sugestión: en losparticipantes provocó un cambio objetivo en los vasos,sostuvieron los doctores Karin Meissner y Joram Ronel, de laUniversidad Técnica de Múnich, en Alemania.
"El hallazgo principal fue que los vasos coronariosreaccionaron claramente ante una simple intervenciónpsicológica", señalaron los expertos a Reuters Health.
Y la reacción fue opuesta a la que esperaban losinvestigadores, que les habían dicho a los pacientes querecibirían un fármaco para dilatar las arterias y aliviar eldolor torácico.
En cambio, hubo una pequeña constricción vascular en todoel grupo que no tiene una explicación biológica, segúnaseguraron los autores.
En una persona sana bajo estrés, el sistema nervioso dilatalas arterias para que aumente la circulación de la sangre atodo el organismo. Cuando baja el estrés, los vasos seestrechan nuevamente.
"Cuando el corazón trabaja menos, disminuye la necesidad desangre y los vasos están menos dilatados que durante unasituación estresante", explicaron Meissner y Ronel.
Los autores agregaron que en una persona con enfermedadcardíaca, la situación podría ser distinta.
Los resultados, publicados en American Heart Journal,describen un fenómeno observado en los ensayos clínicos deenfermedad cardíaca: los participantes que reciben un placebo(tratamiento inactivo) refieren una reducción de los síntomas,como el dolor torácico. Se desconoce en qué porcentaje eso sedebe a un efecto psicológico o uno biológico.
Para comprenderlo mejor, el equipo de Meissner y Ronelestudió a 30 pacientes evaluados mediante una angiografíacoronaria.
Con ayuda de un catéter, que los médicos introducen por unvaso hasta el corazón, y una tintura especial, se puedendetectar con rayos X obstrucciones arteriales causantes deldolor torácico.
Luego del examen, y mientras los pacientes aún estabanrecostados en la mesa de estudio, los autores los asignaron alazar al grupo tratado con "sugestión verbal" o a un grupo decontrol.
Ambos grupos recibieron una inyección de solución salina enel catéter. A un grupo se le dijo que era para dilatar lasarterias y aliviar el dolor, y al otro grupo no se le dioexplicación alguna.
El grupo tratado con sugestión verbal informó una reduccióndel dolor torácico después del procedimiento con un leveestrechamiento vascular. En el grupo de control, el dolor nodisminuyó y el equipo detectó una leve dilatación de lasparedes vasculares.
Los autores sospechan que la disminución del dolor fue un"efecto indirecto" de la sugestión verbal, aunque no pudieronasegurar si, o hasta qué punto, los cambios vascularesinfluyeron de alguna manera.
FUENTE: American Heart Journal, septiembre del 2011
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