Este artículo se publicó hace 11 años.
Suiza condena a 3 años de cárcel a un exempleado de un banco que vendió datos fiscales
El ex trabajador del Julius Baer vendió al fisco aleman 2.700 datos relativos a clientes adinerados, por lo que recibió una retribución de 1,1 millones de euros
Un excolaborador del banco suizo Julius Baer, acusado de haber robado datos financieros de clientes de este establecimiento para luego venderlos a las autoridades fiscales de Alemania, fue condenado este jueves a tres años de cárcel por el Tribunal Penal Federal de Suiza, informaron fuentes judiciales. Es un caso similar al del informático Hervé Falciani quien sustrajo del banco para el que trabajaba, en este caso el HSBC, información sobre sus clientes que entregó a las autoridades francesas, y que éstas distribuyeron entre otros países europeos (entre ellos, España, donde actualmente se encuentra el técnico).
El especialista en informática de Julius Baer, de 54 años y origen alemán, había llegado a un acuerdo con el Ministerio Público para reconocer su culpa. Gracias al acuerdo alcanzado con el fiscal, el condenado pagará una fianza (600.000 euros) por la mitad de la pena total y se deducirán de su sanción los 220 días que ha pasado en prisión preventiva, con lo que permanecerá en prisión menos de un año.
En febrero de 2012, el condenado entregó a un investigador por cuenta del fisco alemán 2.700 datos relativos a clientes adinerados, alemanes y holandeses, los que había recopilado, según el mismo reconoció durante el proceso, entre octubre y diciembre del año anterior. Por la transferencia de los datos bancarios de clientes adinerados, el excolaborador externo del banco suizo recibió una retribución de 1,1 millones de euros de parte de Alemania, que piensa utilizar en parte para pagar impuestos que debe en este mismo país, según dijo este jueves en el tribunal.
Los delitos que se le atribuyeron son los de espionaje económico, violación del secreto bancario y lavado de dinero. El informático se había apoderado de nombres de clientes, direcciones, números de cuentas y de los saldos y movimientos de las listas. Ante los jueces, explicó que las presiones del fisco alemán fueron el elemento que le llevó a pasar al acto y entregarle información confidencial.
Este caso ha sido uno de los más sonados de robo de información bancaria en los últimos años, generalmente con el propósito de transmitirla a otros países y que sea usada para perseguir a supuestos defraudadores de impuestos, en medio de una fuerte campaña en Europa de lucha contra la evasión fiscal. Investigaciones de índole similar relacionadas con bancos suizos han tenido lugar en Francia y Estados Unidos.
En 2011, el banco Julius Baer acordó con las autoridades de Alemania pagar una multa de 50 millones de euros para cerrar una investigación fiscal, pero todavía tiene abierta una investigación -junto con una decena de bancos suizos- en Estados Unidos.
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