Este artículo se publicó hace 16 años.
El superávit español y la inversión en obras públicas evitarían una crisis en el 2008, según The Economist
La fuerte inversión en obras públicas que el Gobierno podrá llevar a cabo durante este año gracias al superávit de las cuentas públicas "ayudará a esquivar la crisis durante el 2008", según la unidad de análisis económico (Economist Intelligence Unit, EIU) de la revista británica "The Economist".
El crecimiento económico español durante este año se situará en torno al 2,3 por ciento -frente al 3,4 por ciento que prevé para el 2007-, pero esa cifra podría bajar hasta el 1,8 por ciento si el Gobierno no se dedicara a gastar parte de ese dinero ahorrado durante los últimos años.
Ésa es la tesis expuesta esta mañana en una conferencia en Madrid para empresarios por el vicepresidente de la EIU, Daniel Thorniley, quien se mostró optimista con respecto a la evolución de España para este año, frente a una "buena minoría de analistas" que considera que el país entrará en crisis durante el 2008.
No obstante, Thorniley señaló que la inflación y los altos tipos de interés están dañando la economía española, después de años de bonanza con inflación (4,2 por ciento en el 2007) y tipos más bajos, y que el consumo se va a desacelerar y la vivienda se abaratará, de modo que "el Gobierno puede ahora empezar a gastar dinero".
Además de en construcción, con obras públicas como carreteras o aeropuertos, el Gobierno tiene la oportunidad de invertir fondos en beneficios sociales que permita aumentar la cantidad de dinero en el bolsillo de los españoles para potenciar el consumo, añadió el experto.
"Si España tuviera un déficit del 1 o del 4 por ciento no tendría la oportunidad que se le presenta con el superávit, que será del 1,8 por ciento en el 2008", aseguró Daniel Thorniley, una cifra algo inferior a la del 2 por ciento anunciada el sábado pasado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Para el vicepresidente de Economist Intelligence Unit, el fuerte crecimiento español en la última década, basado en las hipotecas y la construcción, ha creado una burbuja que se irá desinflando durante dos o tres años, "es poco probable que explote", para luego estabilizarse la situación.
Thorniley destacó que un índice de natalidad y de inmigrantes alto actuará como colchón para la desaceleración económica.
Además, consideró clave la gestión de las expectativas de caídas en el mercado con la esperanza de que no será tan malo como cree el consenso, después de que éste se haya equivocado en el 2006 y en el 2007, cuando previó una fuerte desaceleración que no se materializó.
Según las previsiones de la EIU, la economía española crecerá un 2,2 por ciento en el 2009 y un 2,5 por ciento en el 2010, mientras que el crecimiento del consumo desacelerará durante el 2008 hasta un 2 por ciento, frente al 3,2 por ciento que prevén para el 2007, y el 1,9 por ciento para el 2009 y el 2010.
Esos datos podrían terminar con España como el país que ha sido la excepción a la regla en la zona euro, a su juicio, puesto que durante una década ha estado subiendo por encima del 3 por ciento, frente a cifras bastante inferiores en el conjunto de países que utilizan el euro, como Alemania, Francia o Italia.
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