Este artículo se publicó hace 15 años.
El Supremo tiene congelados 6.000 millones en pleitos
Carlos Dívar propone poner al día el tribunal para contribuir a reactivar la economía en plena crisis
Ni siquiera el acto que abre oficialmente el nuevo curso en los tribunales se ha librado de que se mencione la palabra crisis. El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar, se refirió a "estos tiempos de profunda crisis económica" para destacar que, mientras no se ponga al día la Sección de lo Contencioso-Administrativo del Alto Tribunal, estará "congelada" una cantidad aproximada de 6.000 millones de euros, "cifra equivalente al triple del presupuesto de todo el Ministerio de Justicia para el año 2009".
Dívar explicó que el Supremo decide definitivamente litigios de una importancia económica global "que puede tener una incidencia directa en el funcionamiento de la economía nacional". Los 6.000 millones de euros, equivalentes a un billón de las antiguas pesetas, sólo son los asuntos que se encuentran en manos de un de las secciones que componen la Sala de lo Contencioso-Administrativo, en la que se resuelven las reclamaciones presentadas contra y por las distintas Administraciones.
Y varios miles de millones másEl proceso para la puesta al día el Alto Tribunal se prevé que culmine en 2012, cuando celebre su 200º aniversario. Pero mientras llega ese momento ideal, los 6.000 millones y "varios miles de millones de euros más en el conjunto de todas las Salas" se encuentran congelados "y no revierten al circuito económico, bloqueando múltiples expectativas personales, empresariales e institucionales a corto, medio y largo plazo".
El presidente insistió en que ello causa "un conjunto de consecuencias indeseables, a las que hay que sumar la negativa repercusión que tal estado de cosas provoca en las relaciones sociales e institucionales, y la desconfianza de los ciudadanos hacia nuestra Administración de Justicia".
Con la ConstituciónDurante su intervención, Carlos Dívar defendió la actuación del Tribunal Supremo, "como voz máxima de la ley", y destacó la independencia con la que trabajan los magistrados de sus Salas, de los que dijo que se guían "exclusivamente por el estricto respeto a la Constitución y a las leyes". Por si quedaba alguna duda sobre a qué se refería, añadió: "Me refiero a las críticas aparecidas recientemente respecto a una actuación de la Sala Segunda".
La actuación en realidad son las varias que la Sala de lo Penal del Alto Tribunal tiene abiertas contra el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. El viernes pasado se supo que el Supremo abría por tercera vez una investigación por el viaje que dicho magistrado realizó a Estados Unidos. Las averiguaciones obedecen ahora a determinar si se debe admitir una nueva querella contra Garzón. Y ello, pese a que el Consejo General del Poder Judicial ya archivó el caso de los cobros que tuvo Garzón en Nueva York, tras volverlos a revisar a instancias del propio Supremo.
A la querella pendiente de admisión a trámite por el viaje, se suma la admitida por un delito de prevaricación por la apertura de la primera causa penal por los crímenes del franquismo, en la que Garzón declaró como imputado.
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