Este artículo se publicó hace 15 años.
El Supremo de EEUU derriba el último obstáculo para la venta de Chrysler a Fiat
El Tribunal Supremo de EE.UU. dio ayer vía libre a la venta del fabricante de automóviles Chrysler a la italiana Fiat y ha puesto fin así a la incertidumbre que se había planteado en torno a la operación.
El Supremo anunció su decisión después de que había dicho que se tomaría un tiempo para considerar la oposición planteada por grupos de defensa del consumidor y entidades que administran los fondos de pensión de los trabajadores de la empresa.
La semana pasada, un tribunal de apelaciones de Nueva York había dado luz verde a la venta, pero al mismo tiempo dio un plazo de tres días a esos grupos para que presentaran sus argumentos ante el Supremo.
Al anunciar su decisión, que implica eliminar ese plazo, el Supremo señaló que rechaza con ella un intento de los detractores del acuerdo por bloquear la venta de los activos a la empresa italiana.
En Roma, Fiat había asegurado que mantendría su oferta por Chrysler, incluso después del próximo 15 de junio, fecha tras la cual la compañía italiana tenía derecho a suspender la operación.
De este modo, Fiat confirmó su intención de no abandonar las negociaciones con Chrysler, pese al revés que había sufrido la operación tras la decisión del Supremo de dejar en suspenso la venta.
Fuentes de la industria indicaron que con este dictamen se ha eliminado el último obstáculo y ahora las autoridades de Chrysler, que se declaró en bancarrota el pasado 30 de abril, están en libertad de completar la venta de sus activos a Fiat.
Este martes, tanto Fiat como Chrysler y el Gobierno de EE.UU. habían advertido que una demora en la venta más allá del plazo del 15 de junio podría llevar al fracaso.
"Si la transacción no se completa pronto, no hay garantías de que se pueda estructurar y acordar otra que preserve a Chrysler", dijo Fiat en una declaración.
Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, había manifestado su esperanza en que el Supremo actuara rápidamente para resolver el problema.
"Las medidas que este Gobierno ha tomado ahora han servido para mantener las plantas en operaciones y salvar fuentes de empleo", indicó Gibbs.
Poco antes, el juez del Tribunal de Bancarrotas de Nueva York, Arthur González, había dado el visto bueno al fabricante estadounidense para romper su relación contractual con casi 800 concesionarios de su red de franquicias.
Según la orden emitida por el tribunal neoyorquino, esos 789 concesionarios, que suponen cerca del 25 por ciento de la red de franquicias de la compañía en todo el país, deberán dejar de actuar de inmediato como representantes de los productos de Chrysler, así como de las marcas Dodge y Jeep.
González había reconocido la semana pasada que la empresa tenía pocos motivos para mantener abiertos esos cientos de concesionarios, ya que, de producirse la fusión, los contratos que mantiene con ellos formarán parte de "la vieja Chrysler", en la que se aglutinarán todos los activos que no sean vendidos a Fiat.
Si la venta finalmente se lleva a cabo, y dado que "la vieja Chrysler" no va a fabricar coches, el juez consideró innecesario mantener abiertos los concesionarios.
Tras la resolución judicial de ayer, los concesionarios afectados no podrán utilizar ningún material promocional de las marcas de Chrysler ni tampoco ofrecer reparaciones de productos del fabricante estadounidense.
Durante la vista, los abogados pidieron al juez que permitiera a los concesionarios seguir operando con normalidad al menos hasta que el Tribunal Supremo desbloqueara la fusión de Chrysler con Fiat.
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