Este artículo se publicó hace 14 años.
El Supremo investiga si BBVA, Telefónica y Endesa también pagaron cursos del juez Garzón
El magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena, que instruye la querella contra el juez Baltasar Garzón por los cobros supuestamente percibidos durante su estancia en la Universidad de Nueva York, quiere saber si también el BBVA, Endesa, Telefónica y Caixa Cataluña abonaron alguna cantidad a este centro.
Así se desprende de una providencia notificada hoy, a la que ha tenido acceso Efe, en la que Marchena requiere a estas entidades para que certifiquen las cantidades abonadas "por cualquier concepto" a la Universidad o a alguno de los centros que depende de ella entre el 1 de marzo de 2005 y el 30 de julio de 2007, periodo en el que Garzón permaneció en Nueva York dando clases.
Según el instructor de la querella, que hasta ahora investigaba las cantidades abonadas por el Banco Santander y Cepsa, esta diligencia es "indispensable" para "conocer las cantidades que pudieron haber sido demandadas por Garzón a otras entidades mercantiles para el patrocinio de los cursos organizados durante su estancia en la Universidad de Nueva York".
El requerimiento del juez se produce después de que Cepsa, que donó 100.000 dólares al centro educativo neoyorquino en 2005, aportara a la causa una carta enviada por Garzón a uno de sus directivos en la que adjuntaba una misiva de la directora del Centro de Derecho y Seguridad de la Universidad, Karen Greenberg, con un presupuesto para el proyecto "Terrorismo y Seguridad".
En esa comunicación se señalaban como donantes del mismo seminario a otras entidades como BBVA, Caixa Catalunya y Endesa.
La providencia de Marchena se ha conocido el mismo día en que el magistrado ha tomado declaración a la subdirectora del Centro Rey Juan Carlos I de la Universidad de Nueva York, Laura Turégano, a la que ha pedido que aporte los justificantes de las retribuciones recibidas por Garzón.
Según han informado fuentes jurídicas, Turégano ha explicado al instructor que "no tiene autoridad" para aportar esa documentación, en la que se incluye la nómina de Garzón o el contrato en el que se estipularon las condiciones retributivas del magistrado.
Ha señalado que fue Garzón quien le pidió "con premura" que le hiciera una certificación del sueldo y que ella entendió que debía referirse simplemente a la nómina y no al resto de cantidades percibidas en concepto de gastos de viaje, vivienda o coste de la escolarización de su hija.
Por ello, ha dicho, fue extendida sin demasiados detalles y con las cifras "que tenía más a mano" y no las de contabilidad.
La testigo, que ha manifestado que a Garzón se le adjudicó la cátedra Centro Rey Juan Carlos I, ha señalado que no le consta que las condiciones de la titularidad de la misma "estén por escrito", si bien ha añadido que quienes la ostentan cobran unos 40.000 dólares, así como otros 10.000 dólares para programar actividades.
Además, ha dicho que las condiciones económicas de Garzón "eran especiales" y que la retribución de uno de los actuales titulares de la cátedra, el escritor Antonio Muñoz Molina, puede ser incluso superior.
La dotación para esa cátedra es "independiente de cualquier patrocinio" y está incluida en los presupuestos de la Universidad de Nueva York, según Turégano, que ha puntualizado que Garzón no recibió ninguna cantidad en metálico del Centro Rey Juan Carlos I como sueldo.
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