Este artículo se publicó hace 14 años.
Supresión de vuelos en Francia conforme a las previsiones por la huelga de controladores
La huelga de controladores aéreos franceses provocaba esta mañana las supresiones de vuelos que se habían previsto y los aeropuertos funcionaban sin mayores problemas, en la medida en que la mayor parte de los pasajeros afectados no habían acudido al haberse informado con sus respectivas compañías.
La plataforma en términos absolutos más concernida con este paro -que va a tener efectos hasta mañana por la mañana- era la de París Orly, donde la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) había instado a las aerolíneas a suprimir la mitad de los vuelos programados habitualmente.
Los más afectados en Orly eran los enlaces nacionales, a excepción de los vuelos a las Antillas francesas, que en principio deberían mantenerse en su integridad.
Desde ayer a la caída de la tarde, la protesta de los controladores había empezado a tener consecuencias con retrasos y conexiones anuladas, como una decena de la compañía británica Easyjet programados en Orly.
En Roissy Charles de Gaulle -el otro aeropuerto de la capital francesa y el de mayor actividad del país-, la situación era también conforme a las indicaciones de la DGAC, con un 20% de conexiones menos que un día normal.
Como Air France, las compañías aéreas habían optado por mantener las líneas intercontinentales de larga y media distancia y por renunciar a otras interiores y europeas de corta distancia. Así habían desaparecido muchas de las que conectan con países vecinos como Alemania.
En esta tercera movilización de los controladores franceses contra la reorganización del espacio aéreo para su unificación en la Unión Europea, no había grandes colas en los aeropuertos debido a que los pasajeros se habían informado, y tampoco se constataban grandes retrasos.
En Niza -tercer aeropuerto francés por tráfico- se habían suprimido un 10% de los vuelos, sobre todo los que unen la capital de la Costa Azul con París.
Un caso particular se daba en Lille-Lesquin, donde la huelga había conducido a que hoy no quedara ninguna conexión programada, y que la plataforma estuviera cerrada.
El de Lille no estaba concernido por los servicios mínimos, que la DGAC garantizas en los diez mayores aeropuertos de Francia.
La Aviación Civil había advertido de que, además del problema de la huelga, el tráfico aéreo en Francia podría verse afectado por el paso de un frente de tormentas que está atravesando el país de oeste a este, y que debía afectar en particular al norte, al noroeste y al centro del país.
La razón del paro, convocado por cinco sindicatos -pero no el mayoritario SNTCA-, es denunciar la reestructuración del espacio aéreo europeo para la unificación en varios bloques cada uno de los cuales integraría a varios países, cuando hasta ahora la competencia es de cada Estado.
Los organizadores del movimiento temen en particular que los 4.400 controladores franceses y los otros 8.000 empleados de la DGAC pierdan su estatuto de funcionarios al ser absorbidos por una estructura junto a sus colegas de Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda y Luxemburgo en FABEC (Fonctional Airspace Block Europe Central), que representa el 55% de la actividad europea.
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