Samsung Electronics y LG Display, dos de las mayores empresas de tecnología de Corea del Sur, se preparan para un año extremadamente difícil y han expresado su cautela respecto a la posibilidad de una recuperación a corto plazo en el atribulado sector.

La demanda minorista de artículos electrónicos se ha reducido, al tiempo que se profundiza la crisis financiera y se abre paso una recesión general que ya ha atrapado a Estados Unidos y gran parte de Europa, y ha afectado al consumo de mercados emergentes que antes se habían mostrado más resistentes.

"Los países desarrollados podrían registrar un crecimiento negativo este año", anticipó el vicepresidente y consejero delegado de Samsung, Lee Yoon-woo, en la junta anual de accionistas de la empresa.

"Se espera que la demanda disminuya en algunos negocios centrales que habían sido el motor de crecimiento de nuestra compañía", agregó, en referencia a los televisores y los dispositivos móviles.

Samsung, el mayor fabricante de procesadores de memoria y pantallas de cristal líquido del mundo, anunció en enero las primeras pérdidas netas trimestrales de su historia debido a una fuerte desaceleración en su división de procesadores.

Por su parte, LG Display, el segundo mayor productor de pantallas de cristal líquido (LCD) del mundo, también ofreció una mirada cauta sobre el sector.

"Cuando los fabricantes taiwaneses vuelvan a incrementar la producción, podría haber otra ronda de recortes de producción", dijo a los periodistas el consejero delegado, Kwon Young-soo, hablando en un aparte de la junta anual de accionistas de la firma.

"Los precios (de las pantallas) no caerán más, pero es difícil esperar un aumento", auguró.

La empresa había logrado hace poco recuperar casi por completo sus niveles de utilización después de un fuerte recorte de producción el año pasado, pero podría volver a reducirla este año si sus rivales taiwaneses la incrementan, dijo Kwon.

LG Display registró unas pérdidas récord en el cuarto trimestre, las primeras en siete trimestres, debido en parte a una multa por fijación de precios, y anticipó una reducción de los despachos y precios débiles.