Este artículo se publicó hace 15 años.
Tachan de "prematura" la imputación de los técnicos de mantenimiento por el accidente de Spanair
Cuando se cumple prácticamente un año del accidente de avión de Spanair, en el que murieron 154 personas, la Asociación Sindical de Técnicos de Mantenimiento Aeronáutico (ASETMA) ha calificado de "prematura" la imputación de dos de sus técnicos por parte del juez instructor que investiga el caso.
En entrevista con EFE, su portavoz Antonio Lora, ha señalado que parece ser que la Fiscalía también lo ha visto cuando habló de que era prematura la imputación de los técnicos de mantenimiento, "que eran el eslabón más débil de la cadena, de eso no cabe la menor duda", porque las otras posibilidades eran la compañía Boeing, Aviación Civil "y ¿porqué no la tripulación también?".
Para Lora, debido a los "movimientos bien llevados" por parte de la defensa de otros colectivos se acabó imputando a tres técnicos de mantenimiento, y aunque a uno se le retiró la imputación, "no ha habido valentía" para retirársela a los otros dos.
A su juicio, tenía que haber sido obligatorio chequear el sistema de avisos sonoros TOWS sobre los sistemas de configuración de vuelo, cada vez que se iba a volar, y no una vez al día como se hacía hasta el día del accidente.
Según Lora, en el punto que afecta a los flaps, simplemente y llanamente hay que tirar de la palanca de gases, con motor parado, para ver si funciona el aviso.
"Es - explica- como tirar del freno de mano de un coche, y en el salpicadero te avisa que has tirado de la palanca".
Los flaps son los alerones que sobresalen por la parte trasera del ala del avión y aumentan la superficie de empuje al despegar, y según han publicado algunos medios de comunicación, el avión, un MD-82, despegó sin estos alerones.
Lora ha recordado que justamente el día de la declaración de los técnicos imputados, entraba en vigor una directiva de EASA (Agencia Europea de Seguridad Aérea) por la que se obliga a todas las compañías a realizar un chequeo previo del sistema TOWS antes de cada vuelo.
De acuerdo con el portavoz de ASETMA, la Boeing ha reconocido que sus manuales son "entre comillas, incompletos a este nivel" porque no viene definida correctamente ni la avería ni la forma de resolverla.-
"El técnico lo que tiene que ver cuando se despacha un avión es si éste puede volar o no, y con una avería de sonda como la que daba el avión de Spanair, que era claramente una avería de sonda de temperatura, el avión fue despachado", ha explicado.
El MD-82 iba a despegar con rumbo a Gran Canarias sobre las 13 horas, cuando la tripulación detectó un calentamiento de la sonda de temperatura, razón por la que paró motores y mandó avisar a los técnicos, que tras el arreglo que hicieron despacharon el avión, y fue entonces, al despegar, cuando ocurrió el accidente.
A su juicio, en un accidente de avión siempre hay un desencadenante de situaciones y hay algunos medios de comunicación "que han tenido ya la valentía de publicar algo que desde luego, si no es del todo cierto se aproxima fielmente a la realidad: primero que los manuales eran incompletos, que los chequeos eran incompletos, que la tripulación no hizo el chequeo previo al vuelo, o no lo hizo correctamente al menos".
ASETMA mantiene la lucha por la no criminalización de los accidentes aéreos, ha señalado para agregar que a su juicio "no parece lógico" que unas personas que no cometen un error, sólo aplican un manual de la mejor manera en que lo pueden entender dada su complejidad y lo confuso que es, se puedan ver enfrentados a más de 480 años de cárcel.
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