Este artículo se publicó hace 15 años.
Tailandia inicia las repatriaciones forzosas de miles de hmong
El Ejército tailandés comenzó el lunes la repatriación forzosa a Laos de miles de miembros de la etnia hmong que pedían asilo, desafiando la preocupación internacional de que serían perseguidos de vuelta a casa.
Unos 5.000 soldados armados con porras y escudos fueron desplegados en un campamento en la montaña en Huay Nam Khao, a 300 kilómetros al norte de Bangkok para repatriar a 4.400 hmong, quienes alegan que afrontan la opresión del Gobierno comunista de Laos si son devueltos.
Conocidos como los "aliados olvidados" de América, los hmong se pusieron de parte de Estados Unidos durante la guerra de Vietnam y muchos huyeron de Laos en 1975 cuando el comunista Pathet Lao llegó al poder. Decenas de miles se han asentado en EEUU.
Estados Unidos y Naciones Unidas han expresado su preocupación por la repatriación forzada y el destino que aguarda a algunos de ellos a su regreso a Laos.
Estados Unidos pidió el domingo a Tailandia que detenga la operación, que dijo era "una grave violación de los principios humanitarios internacionales que Tailandia ha sido conocida por defender".
En un comunicado emitido el domingo, el portavoz del departamento de Estado Ian Kelly también instó a Laos a tratar a los retornados con humanidad, facilitar el acceso a los supervisores internacionales y facilitar las oportunidades de reasentamiento.
Tailandia considera a los hmong en Huay Nam Khao inmigrantes económicos sin reivindicación de estatus de refugiados.
SEGURIDAD ASEGURADA
El primer ministro tailandés, Abhisit Vejjajiva, indicó que el Gobierno de Laos le aseguró que se cuidará a los hmong y que la agencia para los refugiados de la ONU, ACNUR, podrá acceder a visitarles.
El coronel Thana Charuvat, encargado de la repatriación, dijo que las tropas tratarían de finalizar la operación en un día "para evitar cualquier intento de resistencia".
Más de 2.600 ya han sido sacados del campo en camiones del Ejército de camino a un centro de inmigración en Nong Khai, en la frontera con Laos, indicó Thana.
Serán entregados a las autoridades de Laos. Unos 300, entre ellos sus líderes designados, se han negado a marcharse.
"Después de que separáramos a los líderes, abandonaron la resistencia", dijo Thana."Les aseguramos que el Gobierno de Laos les ha perdonado y que pueden pedir el reasentamiento, si así lo desean, cuando vuelvan a Laos".
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