Un portavoz talibán defendió hoy, al definir como castigo "islámico", la paliza propinada a una adolescente paquistaní por haber mantenido supuestamente relaciones sexuales fuera del matrimonio, aunque aseguró que el vídeo difundido busca boicotear el proceso de paz en el valle de Swat.

"La chica ha sido correctamente castigada de acuerdo con la sharía (ley islámica). Tenemos que proteger nuestra religión y abstenernos de los modos de vida occidentales", expuso a la prensa el portavoz de los talibanes en el valle de Swat (norte de Pakistán), Muslim Khan, según la cadena privada "Express TV".

Los medios paquistaníes difundieron ayer un vídeo de dos minutos grabado con un teléfono móvil en el que un hombre apalea a una joven de 17 años que había sido vista saliendo de su casa con un hombre que no era su marido.

En las imágenes se aprecia cómo tres agresores fuerzan a la chica, que viste un "burka", a tumbarse boca abajo, al tiempo que un hombre barbudo la golpea con algo similar a un cinturón ante decenas de personas que asisten impertérritos a los gritos de dolor de la víctima.

El vídeo, supuestamente grabado en el área de Kabal de Swat, ha levantado una gran polémica en Pakistán, cuyo Gobierno accedió a aplicar un sistema judicial basado en la "sharía" en varias áreas del noroeste del país para detener el auge integrista en esa zona del norte del país.

El portavoz talibán denunció que el castigo "islámico" tuvo lugar meses antes de la firma del acuerdo para aplicar la "sharía", que aún no ha sido ratificado por el presidente paquistaní, Asif Alí Zardari.

Pero un testigo y supuesto autor del vídeo, identificado como Shaukat, aseguró hoy al canal privado "Dawn" que la agresión sucedió hace dos semanas.

En un comunicado, Zardari ha condenado la acción y ha ordenado que se abra una investigación para detener a los culpables, mientras que el presidente del Tribunal Supremo de Pakistán, Iftikhar Chaudhry, abrió ayer, viernes, diligencias.

Chaudry anunció una vista para el próximo lunes, a la cual pretende que acudan las autoridades policiales y gubernamentales de la región, así como la propia víctima.

Swat, valle cercano a Islamabad que en el pasado fue un destino turístico, se convirtió en un foco de violencia desde el asalto gubernamental a la Mezquita Roja de la capital paquistaní en el verano de 2007 y los talibanes, liderados por el mulá Fazlulá, se han hecho con el control de amplias zonas.

En este tiempo, cerca de 1.200 civiles han muerto y varias decenas de miles de personas se han visto obligadas a abandonar el valle, en el que las ejecuciones en público, los asesinatos y la destrucción de escuelas femeninas se han convertido en algo habitual.