Este artículo se publicó hace 14 años.
Un taxista conmociona a Inglaterra al matar a tiros a doce personas y herir a veinticinco
Doce personas murieron hoy y otras 25 resultaron heridas cuando un taxista disparó indiscriminadamente por distintas zonas del turístico condado de Cumbria, en el noroeste de Inglaterra.
La policía identificó al taxista Derrick Bird, de 52 años, como el presunto autor de la matanza, tras la cual se quitó la vida y cuyo cuerpo fue encontrado en un bosque del condado.
Bird, divorciado y padre de dos hijos, se dio a la fuga en un automóvil tras perpetrar la matanza.
Al parecer, el individuo la emprendió a tiros contra personas que encontró al azar, según explicó hoy el jefe adjunto del cuerpo policial de la zona, Stuart Hyde, quien añadió que, hasta el momento, se han confiscado dos armas de fuego.
El tiroteo, para el que aún no se ha encontrado explicación, comenzó en la calle Duke Street, en la localidad de Whitehaven (Cumbria), donde supuestamente Bird disparó contra un colega de profesión.
El taxista, a quien algunos vecinos describieron hoy como "un tipo tranquilo" y del que otros aseguraron que "era amigo de todo el mundo", presuntamente prosiguió con la matanza en dirección a las localidades de Gosforth y Seascale sin dejar de disparar a todo el que se cruzara con él a través de la ventana de su automóvil.
El suceso motivó que la policía de la zona pidiera a la población vecina que permaneciera en sus casas como medida de precaución.
Parece que Bird atacó, de acuerdo con la versión de los agentes, en "al menos 30 escenarios diferentes".
El cuerpo sin vida de este taxista fue hallado poco después de la masacre en un bosque de ese condado, donde, según todos los indicios, se pegó un tiro tras haberse dado a la fuga en su vehículo.
Lo ocurrido ha dejado "en estado de shock" a los vecinos de la zona y a todo el país y se trata, según Hyde, de "un incidente realmente excepcional".
Tres de los heridos ingresados en distintos hospitales del país se encuentran "en condición crítica" y otros cinco "muy graves", según confirmaron fuentes médicas.
Hyde advirtió de que la investigación se encuentra aún en una fase inicial, en la que todavía no es posible determinar cuál fue el motivo (de la matanza) ni si se trató de un acto premeditado.
La policía aseguró que actualmente se centra en recabar "la mayor cantidad de pruebas posibles" con las que aportar luz y "comprender" las "circunstancias" que movieron a Bird a perpetrar los asesinatos en cadena.
Entre los datos que trata de averiguar la policía se encuentra el hecho de si el presunto asesino tenía o no licencia de armas de fuego.
"Pedimos a cualquiera que le haya visto o haya presenciado alguno de estos incidentes que se ponga en contacto con nosotros y nos ayude a entender exactamente lo que ha ocurrido en este marco trágico de circunstancias", indicó el agente.
En medio de ese clima de miedo y nerviosismo, un supuesto testigo llegó a sugerir que Bird habría podido disparar contra su propia madre, algo que la policía desmintió posteriormente: "Podemos confirmar que la señora Bird no ha recibido ningún disparo, está viva y recibe el apoyo de su familia".
La gravedad del suceso se trasladó al Parlamento británico, donde el conservador David Cameron aseguró que el Gobierno haría "todo lo posible para ayudar a la comunidad local y a los afectados", en su primera comparecencia como jefe del Ejecutivo en la sesión semanal de preguntas al primer ministro.
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