Este artículo se publicó hace 13 años.
La técnica del reciclaje
La propuesta franco-alemana recuerda a la realizada por Zapatero
Habrán cometido ayer Merkel y Sarkozy el mismo error que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, el pasado jueves, día 4 de agosto, cuando arrastró los pies al retacear públicamente el respaldo a la deuda publica italiana y española acosada por los mercados? Trichet rectificó en cuarenta y ocho horas. Y el domingo 7 de agosto, compinchado con Merkel y Sarkozy, anunció con mayor claridad que cambiaba de política: el BCE volvería al mercado.
Ayer, ambos reciclaron la archirrepetida idea de aprobar por ley nacional la limitación del endeudamiento público y "crear un verdadero gobierno económico europeo" en la eurozona. ¿Recuerdan el lío que armó Zapatero al inaugurar la presidencia española, a primeros de enero de 2010, con aquella idea?
París y Berlín dicen que hay que apretarse el cinturón, y hacerlo por ley
En efecto. El presidente del Gobierno español convocó a los principales medios de comunicación extranjeros a la Moncloa y les explicó que era necesario un "verdadero Gobierno económico en Europa". En concreto, sugería cambiar el método para supervisar el cumplimiento de objetivos en la proyectada Estrategia 2020, dirigida a aumentar la competitividad europea. Insinuó que ese cambio podía contemplar "medidas correctivas". Los grandes medios financieros titularon que Zapatero proponía sanciones para aquellos que faltaran a su palabra. Se armó la marimorena. Los alemanes se lo querían comer.
Bien, ahora estamos ante el reciclaje de esa idea, que, a su vez, ya era un nuevo envase de otra lanzada con anterioridad. ¿Eurobonos? Para las calendas griegas.
El mensaje de marketing difundido ayer desde el Eliseo no va destinado tanto a los mercados como a los países de la eurozona. Trichet cumplió su parte del pacto del 7 de agosto y el BCE está comprando deuda pública italiana y española. Ahora tocaba cumplir a Merkel y Sarkozy. Han venido a decir: esto no es gratis, hay que ajustarse más el cinturón y hacerlo por ley. El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schauble, el "amigo de Mariano Rajoy", lo dijo en una entrevista, el pasado lunes, día 15, a la revista Der Spiegel: "El apoyo no es ilimitado".
El Congreso podría celebrar el día 22 un Pleno sobre la situación económica
Aquí en España alguien debería decirlo alto y claro: aun creciendo a tasas del 3,6% anual entre 2000 y 2007, el endeudamiento público se redujo del 59,3% del PIB al 36,9%. Y, esencialmente, cuando la violenta depresión tumbó la recaudación del Impuesto de Sociedades (deducciones generosas mediante, claro) y las prestaciones por desempleo subieron espectacularmente, el déficit fiscal escaló al 11% en 2009. Pero, después de la que cayó, la deuda pública española apenas sobrepasa el límite del 60% de Maastricht, veinte puntos por debajo de la media de la eurozona.
Merkel y Sarkozy no logran avanzar en el tema clave que ha afectado a la arquitectura defectuosa del euro: la necesidad de gestionar el mercado de bonos de deuda pública. Para eso se requiere bastante más que emitir eurobonos, la nueva panacea por la que claman los medios de comunicación. ¿Qué se necesita? Pues un banco central europeo que asuma las viejas funciones de los bancos centrales nacionales y que trabaje codo con codo junto a un Fondo Monetario Europeo, que tendría capacidad para emitir bonos europeos respaldados por los países miembros.
Mientras, en España, las Cortes podrían celebrar el Pleno extraordinario sobre la situación financiera y económica europea (el parón francés y alemán ya es una realidad) el próximo martes 22. El Gobierno baraja llevar a ese Pleno, aparte del informe de Zapatero, el decreto-ley que aprobará el Consejo de Ministros de este viernes, en el que anticipa la liquidación durante tres años en el Impuesto de Sociedades, los farmacos genéricos y el aval de facilidad financiera de rescate de Grecia Irlanda y Portugal.
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