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Telefónica vence la oposición de Berlusconi y seguirá en Italia

Todos los socios de Telecom salvo Benetton acuerdan renovar el acuerdo 

ANA TUDELA

Telefónica se queda en Telecom Italia y seguirá siendo el principal socio industrial. A pesar de los mensajes de las últimas semanas del Gobierno de Silvio Berlusconi, incitando a librarse de la española, Telefónica logró renovar ayer por otros tres años su pacto con casi todos sus socios italianos, con quienes formó en abril de 2007 el concorcio Telco, propietario del 23,6% de Telecom Italia.

Se quedan en Telco los tres socios financieros (Generali, Mediobanca e Intesa) y lo abandona la familia Benetton, que ha preferido canjear su participación por acciones directas en Telecom Italia. Falta por saber si el nuevo reparto de poder en Telco diluye la participación de Telefónica.

Hace tres años, la española marcaba un hito al entrar en el capital de otro ex monopolio europeo. No era la primera vez que lo intentaba. La tradición es que Italia se cierre como una ostra cada vez que un banco o compañía española trata de desembarcar en una de sus empresas y no duda en movilizar al sistema financiero y empresarial del país para impedirlo. Mucho saben de esto Santander y BBVA o la firma de infraestructuras Abertis.

Sin embargo, hace tres años, Italia vio cómo sus melindres con Telefónica y la debilidad financiera de uno de los accionistas de Telecom (Pirelli) estaban a punto de provocar que quien entrase en la compañía fuese el magnate mexicano Carlos Slim, tercer hombre más rico del mundo según Forbes.

A la república transalpina le faltó tiempo para llamar a Telefónica. La española no se lo pensó, a pesar de que había tenido que escuchar incluso que su entrada en Telecom Italia implicaba para el país el riesgo de que la red de telefonía cayese en manos de Bin Laden por boca del ministro de Infraestructuras italiano, Antonio Di Pietro.

Telefónica tuvo que encorsetar su 10% en Telecom Italia dentro de un consorcio en el que, aunque la española sería el máximo accionista con el 42,3%, el resto y por tanto el poder estaría en manos de socios italianos.

Los socios se dieron un plazo de tres años para poder abandonar Telco. Ese plazo vencía ayer. La semana pasada, el ministro italiano de Comunicaciones, Paolo Romani, volvía a calentar el ambiente contra la española al afirmar que la infraestructura de red de Telecom Italia debía permanecer en manos italianas y calificar de 'problema relevante' la participación de Telefónica.

Esa participación, vale hoy 351 millones de euros menos en bolsa de lo que Telefónica pagó por ella. El consorcio se ha dado otros tres años de plazo para revisar su acuerdo.

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