Este artículo se publicó hace 16 años.
Se teme el avance de la ultraderecha en los comicios austriacos
Los austriacos fueron a las urnas el domingo en unas elecciones parlamentarias anticipadas en las que se ha pronosticado que la ultraderecha podría obtener grandes avances y los dos partidos principales aparecen casi empatados.
Los sondeos apuntan a un ascenso en el voto a la derecha hasta el 25 por ciento y el hundimiento de los socialdemócratas y conservadores a menos de un 30 por ciento cada uno, lo que anticiparía largas negociaciones sobre una coalición de gobierno que podría tener una vida tan breve como la última.
Los colegios electorales abrieron a las 7 a.m. y cerrarán a las 5 p.m. Los resultados preliminares se conocerán poco después. Alrededor de 6,3 millones de personas están llamadas a las urnas en la república alpina, incluyendo a 200.000 jóvenes de 16 y 17 años, después de que se bajara la edad mínima desde los 18 años.
Como muestra del creciente desencanto con la política, las encuestas mostraban que un 40 por ciento de los votantes dudaban de que ningún partido pudiera resolver sus problemas, y hasta el 30 por ciento se mostraba indeciso sobre a quién votar.
La popularidad conjunta de los dos partidos principales, que se unieron en una coalición que se hundió en julio tras 18 meses de críticas y acusaciones mutuas que bloquearon las reformas, está en su nivel más bajo desde la Segunda Guerra Mundial.
Los socialdemócratas, que encabezaban el Gobierno, parecen tener una ventaja ajustada después de que su nuevo líder, Werner Faymann, prometiera un paquete contra la inflación durante la campaña, aunque la diferencia está dentro del margen de error de los sondeos.
Heinz-Christian Strache, del Partido de la Libertad de la ultraderecha, podría alcanzar hasta el 20 por ciento, casi el doble que en 2006, a lo que se podría sumar el cinco por ciento de la escisión de Jörg Haider, Alianza por el Futuro de Austria. Ambos partidos se dividieron hace tres años.
DIFERENCIAS PERSONALES
Los enfrentamientos personales y en menor medida, las diferencias políticas, siguen separando a los dos partidos centristas, pero no tienen muchas opciones más que intentar formar otra coalición, salvo que quieran intentar un experimento con los extremistas.
Faymann ha descartado una coalición con el partido de Strache, conocido pos sus campañas contra los inmigrantes y el islam, mientras que el líder del Partido del Pueblo, Wilhelm Molterer, ha dejado la puerta abierta a esta posibilidad solo si rebajan su posición antieuropea.
El alineamiento del Partido de la Libertad con los recortes fiscales y los subsidios contra la inflación unen a los votantes de base de ambas formaciones. Sin embargo, la participación de un ministro sin cartera de este partido en un gobierno en 2000 disgustó tanto a la UE que impuso sanciones a Austria brevemente.
Strache quiere ser ministro del Interior y acabar con la inmigración.
"Creo que la marginación de Strache por parte de los dos partidos principales se mantendrá (al final), lo que supone que no habrá ninguna otra coalición aparte de la que les una a los dos", explicó el analista político Anton Pelinka.
que está en el nivel más alto de los últimos 15 años - ha ensombrecido otros asuntos, como su llamamiento a un referéndum sobre la UE, una cuestión que ayudó a deshacer la coalición con los conservadores proeuropeos.
hasta un nueve por ciento - podría resultar decisivo.
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