Este artículo se publicó hace 16 años.
Tensa calma en Kosovo mientras Belgrado promete ayuda a los serbo-kosovares
Kosovo vivió hoy su tercer día de independencia en una ambiente de tensa calma, mientras que Belgrado envió a cuatro ministros a varios enclaves serbios de su provincia escindida unilateralmente para prometer ayuda financiera a sus habitantes.
Tras la tensión vivida ayer, cuando cientos de manifestantes serbios enfurecidos con la independencia de Kosovo destruyeron dos pasos fronterizos en la parte norte del nuevo país, hoy imperó la calma.
Las fuerzas de la OTAN, que habían bloqueado anoche esos puestos, los reabrieron hoy y fuerzas especiales de la ONU en Kosovo se estacionaron en sus inmediaciones.
En Mitrovica, el principal centro urbano serbio en el norte de Kosovo, entre 500 y 600 personas se manifestaron para expresar su rechazo a la independencia kosovar, proclamada el domingo pasado y reconocida ya por EEUU y las principales potencias europeas.
En esa concentración no se produjeron incidentes, según aseguraron fuentes de la policía local, al igual que durante las visitas de los cuatro ministros serbios a la región.
El ministro serbio de Economía, Mladjan Dinkic, estuvo en Zvecan, en el norte de Kosovo, donde prometió a los serbios más inversiones para impulsar su paupérrima situación económica.
El objetivo de las ayudas es garantizar la presencia serbia en esa región, que Belgrado considera la cuna natal de su nación.
Otros tres ministros serbios visitaron las aldeas rurales de Decani, Velika Hoca, Ranilug y Gradjenik, donde entregaron ayuda humanitaria a los habitantes.
Mientras, en Pristina, el futuro jefe de la misión europea en Kosovo, el holandés Peter Faith, rechazó hoy que el nuevo país se vaya a convertir en un protectorado europeo.
"La palabra protectorado no es apropiada. La autoridad de la ONU será transferida a las instituciones kosovares, no a la UE", señaló Faith a la prensa, después de reunirse con el primer ministro de Kosovo, Hashim Thaçi.
La misión de la UE en Kosovo (Eulex) consistirá en unos 1.800 expertos, entre policías, jueces y funcionarios de aduana, que apoyarán a las instituciones kosovares en la construcción de un Estado de derecho.
La misión comunitaria comenzará su trabajo tras un período de transición de 120 días, cuando Faith asumirá el cargo, para el que fue elegido en diciembre pasado.
La administración interina de la ONU en Kosovo (UNMIK) -instalada tras la guerra de 1999- fue aceptada por todas las partes, mientras los serbios rechazan Eulex, que consideran ilegal.
Mientras tanto, el Parlamento de Kosovo aprobó hoy en segunda lectura las primeras nueve leyes surgidas del plan que en su día presentó el mediador de la ONU Martti Ahtisaari y que nuca llegó al Consejo de Seguridad al amenazar Rusia con el veto. Este plan concedía al Estado autoproclamado una soberanía limitada.
Una de las diez leyes aprobada ayer en primera lectura, la relacionada con la creación de un ministerio del Exteriores, fue retirada para ser enmendada.
La Asamblea deberá aprobar en los próximos días en procedimiento de urgencia un total de 34 leyes con el fin de cumplir el frustrado plan del ex mediador internacional, Martti Ahtisaari.
Las leyes ya aprobadas incluyen las de la creación de un nuevo Cuerpo de Policía, la emisión de pasaportes y autogobierno a nivel local y protección de la herencia cultural de las minorías.
Kosovo quiere que esas leyes entren en vigor lo antes posible porque muchos Estados han condicionado el reconocimiento del nuevo país a la adopción de todo lo previsto en el plan Ahtisaari.
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