Este artículo se publicó hace 15 años.
Terapia cognitiva mejora el estado anímico tras bypass cardíaco
Un nuevo estudio revela quela terapia cognitiva conductual reduce la depresión después deun bypass cardíaco.
En tanto, el manejo del estrés disminuye la depresiónposquirúrgica en menor medida, mientras que los antidepresivosno darían buen resultado en esos pacientes cardíacos.
Uno de cada cinco pacientes padece depresión tras sometersea un bypass cardíaco y por lo menos esa misma cantidaddesarrollaría formas más leves de la condición mental, escribióen Archives of General Psychiatry el equipo del doctor KennethF. Freedland, de la Escuela de Medicina de la WashingtonUniversity, en St. Louis.
El equipo dividió al azar a 123 pacientes deprimidosdespués una cirugía de bypass en tres grupos: 41 recibieronterapia cognitiva conductual, 42 realizaron terapia de manejodel estrés y 40 se sometieron a la atención "habitual" (grupode control).
La mitad de los pacientes de cada grupo tomabaantidepresivos.
A los tres meses, el 71 por ciento de los pacientestratados con terapia cognitiva conductual y el 57 por ciento dela cohorte tratada con manejo del estrés sufrieron unareducción de la depresión, comparado con el 33 por ciento delos pacientes en el grupo de control.
Las diferencias disminuyeron durante los seis meses deseguimiento, pero aumentaron nuevamente a los nueve meses (un73 por ciento para el grupo tratado con terapia cognitivaconductual, un 57 por ciento para el grupo que utilizó elmanejo del estrés y un 35 por ciento para los controles).
"La terapia cognitiva conductual superó a la atenciónhabitual en la mayoría de los resultados psicológicossecundarios, incluida la ansiedad, la desesperanza, el estréspercibido y el componente mental (pero no físico) de la calidadde vida asociada con la salud", señaló el equipo.
"El manejo del estrés superó a la atención habitual sólo enalgunos de esos resultados", agregaron los autores. En esteestudio sobre pacientes con bypass cardíaco, los antidepresivosno aliviaron la depresión.
FUENTE: Archives of General Psychiatry, abril del 2009
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