El terror español toma Hollywood

A los 18 años, Jaume Collet-Serra (Barcelona, 1974) hizo las maletas en busca del sueño de Hollywood. Hoy, días antes de presentar su tercera película, una historia sobre una niña demoníaca titulada La huérfana, puede decir que casi lo toca con la yema de los dedos. Desde luego, lo suyo le ha costado. Antes dirigió Goal II (2007) y La casa de cera (2005). "Hollywood puede ser muy frustrante. El día a día se reduce a esperar. Sales por la noche y las conversaciones giran en torno a proyectos que esperas que salgan, contratos que esperas poder firmar Si estás en Los Ángeles y sales por la noche es porque no tienes trabajo", explica.

Collet-Serra tiene las cosas claras y no le importa hacer trabajos por encargo. En la génesis de La huérfana, que se estrena el viernes, tuvo mucho que ver una de las estrellas más rutilantes del cine, Leonardo DiCaprio. "Su compañía desarrolló el proyecto desde cero. Una vez cerrado buscaron un productor a quien vendérselo y este me buscó a mí. Lógicamente, durante este proceso tuvimos mucho contacto. Nos veíamos para hablar del cásting, de las variaciones de guión", cuenta.

Del proyecto elaborado por la productora de DiCaprio, sustrajo la violencia más explícita: "Ahora mismo hay demasiada sangre en la cartelera. Por eso creímos que había lugar para una película más clásica, con estética setentera y de personajes más trabajados. Esa era mi visión, y por eso me dieron el proyecto".

"El suspense es como las matemáticas. Lo que funciona, funciona"

Es decir, poca sangre y mucha planificación. "El suspense es como las matemáticas. Lo que funciona, funciona. No se puede reinventar la rueda, pero sí que puedes jugar con las expectativas del espectador. Lo realmente difícil es mantener la tensión a lo largo de la película", dice. Y para hacerlo uno puede hasta aprovechar los imprevistos del rodaje. "La acción se desarrollaba en otoño. Nada más arrancar cayó una nevada impresionante. Mejor. La sangre sobre la nieve siempre es más plástica".

A Collet-Serra no parece afectarle la crisis del cine: en breve volverá a trabajar con el productor Joel Silver "en un rollo en plan Hitchcock, que protagonizará Liam Neeson y hablará de suplantaciones de identidad", dice con la tranquilidad que da haber recaudado 41 millones de dólares en EEUU con La huérfana, que se estrenó allí hace un mes.

Con su futuro despejado, queda tiempo para hablar del futuro del cine. "El 3D triunfará, pero costará mucho. Los deportes son los que impulsan los cambios tecnológicos, como el paso de la tele al HD. Cuando haya NBA y fútbol americano en 3D ocurrirá lo mismo".

Ya puestos, ¿qué le parece a este exiliado el jaleo de la Ley del Cine? "Me pilla lejos, pero creo que necesitamos el respaldo del público, como ocurre en Francia o en Argentina. Hay buenos directores pero hacen falta películas españolas modernas y bien hechas".