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El Tesoro capta por sorpresa 4.000 millones de euros

CaixaBank coloca otros 1.000 millones mientras la apatía por Grecia domina las bolsas

PILAR BLÁZQUEZ

Tensiones griegas aparte, una realidad incuestionable se impone en los mercados: hay liquidez a raudales y nadie quiere dejar pasar la ocasión.

Ayer, el Tesoro español se sumó al rally de emisiones que están protagonizando esta semana las empresas españolas y, sin aviso previo, lanzó una emisión para ampliar la del bono a diez años que puso en circulación en noviembre de 2011. El Tesoro consiguió colocar 4.000 millones de euros, la cuantía máxima prevista, con una demanda que superó los 7.800 millones. Frente a la habitual fórmula de subasta, ayer se eligió la de emisión sindicada para realizar la colocación. Es decir, el Estado encargó a varios bancos (BBVA, Barclays, Deutsche Bank, Goldman Sachs, Santander y Société Générale) la venta directa de los títulos entre sus clientes, quienes deciden libremente si compran o no, mientras que en las subastas los bancos colocadores están obligados a comprar. El 80% de la demanda tuvo origen internacional y la rentabilidad de la emisión se fijó en el 5,403%, frente al 7% que se alcanzó en el anterior tramo del mismo bono, emitido en noviembre.

Las compras en este mercado primario propiciaron las ventas en el secundario, lo que provocó una subida de la prima de riesgo española de 13 puntos, hasta los 323 puntos básicos, frente a la relajación que marcaron el resto de países de la zona del euro.

En el lado privado, quien salió en busca de financiación fue CaixaBank, que cerrócon éxito una emisión de cédulas hipotecarias a cinco años por un importe de 1.000 millones de euros, a un precio de 248 puntos básicos sobre el índice de referencia del mercado, en línea con lo que han pagado esta misma semana otras compañías del Ibex 35.

Esta intensa actividad del mercado de renta fija contrasta con la apatía que se vivió en las bolsas. Los principales índices europeos apenas ganaron unas décimas.Un 0,08% subió el Ibex 35 español, demostrando el hartazgo de los inversores, que llevan demasiado tiempo esperando un acuerdo para solucionar el problema griego que ayer tampoco llegó. 'Ni siquiera las llamadas grandes manos (las que dominan el mercado) saben qué hacer, así que se limitan a comprar y vender en el día generando mucha volatilidad y cerrando sus posiciones al final de la sesión para evitar sustos', explica Juan Pedro Zamora, analista de XTB Brokers.

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