Este artículo se publicó hace 13 años.
Los tesoros de la Ciudad Prohibida de Pekín se exhiben en Nueva York
Casi un centenar de los objetos que adornaban el palacio imperial de Pekín son los protagonistas de la exposición "El paraíso privado del emperador: tesoros de la ciudad prohibida", que se puede contemplar desde hoy en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York (Met).
La muestra, que estará abierta hasta el 1 de mayo, reúne 90 elementos decorativos, como murales, muebles o iconos budistas pertenecientes a las estancias privadas del Emperador Qianlong (1644-1911), que en su mayoría se exhiben por primera vez al público.
"Las obras revelan el deseo del emperador de integrar arte, cultura y naturaleza, así como su fascinación por occidente y su fe budista", explicó el comisario de la exposición, Maxwell Hearn, en la presentación.
También remarcó la exquisitez y el lujo de los objetos, elaborados con materiales como madera tallada y lacada, jade, porcelana, seda o pinturas de oro y plata.
Entre otras obras, el comisario destacó un espectacular panel de sabios budistas representados en jade y un retrato del emperador realizado con mucho detalle.
Las piezas son un préstamo del Palace Museum de Pekín, que las ha restaurado recientemente, y según el organizador lo más probable "es que no vuelvan a viajar de nuevo".
El emperador Qianlong fue el cuarto de la dinastía Qing, y durante su reinado (1736-1795) hizo construir en el palacio imperial unas estancias especiales para su retiro, conocidas como "El jardín Qianlong".
Contrató a los mejores artesanos para embellecer los interiores y exteriores de las estancias, muy ornamentadas al contrario que las de sus predecesores.
Para el emperador, el arte y la decoración de sus estancias eran un testimonio de su reinado, diseñado "para el futuro más que para sus coetáneos", y de hecho "es de los emperadores más conocidos en su país", explicó el comisario.
Sin embargo, el emperador falleció antes de retirarse del gobierno y el jardín permaneció relativamente inalterado, con lo que es una buena muestra del gusto estético chino en el siglo XVIII y de la habilidad de sus artistas.
Para complementar "El paraíso privado del Emperador", el Metropolitan ha organizado otras actividades, como la proyección de un vídeo con un paseo virtual por las estancias del emperador, y una muestra de obras de arte chino de los siglos XVIII y XIX pertenecientes a sus fondos.
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