De tiendas con Duran, a los toros con Ridao y a las barricadas con Cayo Lara

Los ciudadanos han podido comprobar esta noche que ir de tiendas con Duran i Lleida puede resultar barato si se tiene buena percha, que para ir a los toros con Joan Ridao es mejor elegir Portugal, y que en la familia de Cayo Lara las barricadas se llevan en los genes.

Cuando al portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, le invitaron a acudir al programa "Tengo una pregunta para usted", seguramente no imaginaba que después de más de media hora dando explicaciones sobre su relación con el Gobierno o la crisis económica, lo único que quedaría de su intervención es la cantidad de dinero que se gasta en un traje.

Y todo gracias a María, una mujer de Elche muy sensibilizada con lo que se gastan los políticos en ropa y especialmente con saber de dónde sale el dinero con el que lo pagan.

"Yo me pago mis trajes, sale de los ingresos de la familia", ha comenzado explicando Duran. Y luego se ha lanzado: "Alguien de la familia es abogado en una empresa textil y compro los trajes a precio de fábrica".

Intimidad de Duran i Lleida

Pero ahí no acaba la cosa. "En la tienda de una tía de mi esposa me los hacen a medida", ha confesado ya metido en materia para después alardear de su "buen tipo".

Y en total le salen por 300 ó 400 euros. "Es un buen traje a un buen precio". "Aunque para ser elegante no es necesario llevar un buen traje. Aparte de la percha, hay que saber llevarlo", ha bromeado Duran demostrando que sabe mucho más de ropa que de alimentación, ya que ha reconocido que no tenía ni idea de lo que cuesta un kilo de harina. "No es necesario que un político lo sepa".

Pero no todas las preguntas conducían a temas tan frívolos. Ana, una adjunta de dirección de Barcelona, le preguntó por cómo le ha cambiado la vida haber sufrido un cáncer.

Ahí Durán volvió a hablar de su intimidad, pero esta vez sin bromas, explicando cómo desde que le notificaron su enfermedad su concepción de la vida ha cambiado y ahora se lo toma todo "más relajado".

La respuesta provocó los primeros aplausos de la noche, aunque para aplausos los que se llevó el coordinador general de IU, Cayo Lara, tras un alegato a favor de lograr una sociedad más justa.

Lara se mete en el bolsillo a los espectadores

Sin corbata, cercano y "una jartá de nervioso", llegó Cayo Lara por primera vez al plató de "Tengo una pregunta para usted" y consiguió meterse en el bolsillo a muchos de sus entrevistadores, y eso que esta vez el público venía mucho más relajado que en ediciones anteriores.

La primera pregunta le llevó a definirse: "una persona corriente, un campesino que está en política por compromiso". Y para demostrar que él es una persona normal no dudó en incluir algún chiste en sus respuestas.

Y como Duran, Lara también tuvo oportunidad de hablar de cuestiones más privadas, en este caso, de sus hijos. "Mi hijo está licenciado en Económicas y está casi en el paro, porque tiene un contrato basura y cobra 200 euros al mes", ha explicado.

"Mi hija está estudiando y ahora está encerrada en la Universidad protestando contra el Plan Bolonia". De tal palo, tal astilla.

Ridao, el más nervioso

El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Ridao, llegó sin embargo, algo más nervioso que el coordinador general de IU. Aunque intentaba acercarse a los entrevistadores y se esforzaba por explicar con claridad cada una de sus respuestas, acompañándolas con gestos con las manos, Ridao mostraba su nerviosismo moviéndose constantemente.

Se vio obligado a tirar de la Historia para ilustrar sus respuestas. La mayoría relacionadas con el carácter independentista de su partido, pero también de otros temas, como el que le planteó Curro, un mozo de espadas sevillano, que lamentaba el calificativo de Barcelona como ciudad anti-taurina.

Ridao recurrió a los libros de historia para explicar que los tiempos cambian y que hasta época de Alfonso XIII los caballos de los rejoneadores salían sin protección a los ruedos, donde morían, algo que ahora no es así.

Así, ha dejado muy claro que los toros, sólo en Portugal, donde dejan vivir al animal después de la corrida.