Este artículo se publicó hace 15 años.
Un tifón se dirige a Japón y la tormenta se queda en Filipinas
La tormenta tropical Parma, que afecta desde hace dos días al noroeste de Filipinas, empezó el martes a dirigirse despacio hacia las zonas tabacaleras del país, después de matar al menos a 22 personas.
Justo detrás está el tifón Melor, una tormenta de categoría 4 que está ahora al sur de Okinawa y tiene una trayectoria que podría llevarla sobre Tokio para el jueves, según la página web de seguimiento meteorológico Tropical Storm Risk.
Una tormenta de categoría 4 puede desatar vientos de entre 211 y 250 kilómetros por hora (kph).
Parma, que el lunes se rebajó a tormenta tropical, ronda sobre el extremo norte de las Filipinas, unos 110 kilómetros al noroeste de la región de Ilocos, explicó el pronosticador jefe de la oficina meteorológica, Nathaniel Cruz.
"Parma se ha movido mucho más cerca de la región de Ilocos porque el tifón Melor está influyendo en su movimiento", indicó, añadiendo que no se espera que toque tierra y que en los próximos tres días podría moverse hace el sureste, en dirección al sur del mar de China.
Es la temporada de tifones en Filipinas, y Parma ha estado bañado la zona norte del país durante una semana, después de que una tormenta anterior vertiera en un sólo día el equivalente a la lluvia media de un mes sobre la Gran Manila, desplazando casi a medio millón de personas.
Manila aún está recuperándose de las inundaciones.
TAIWÁN LEVANTA LA ADVERTENCIA
Se espera que Parma, con vientos de hasta 105 kph, cause aún más daños. Ahora está arrojando lluvias torrenciales sobre Taiwán, aunque la oficina central meteorológica de Taiwán levantó su advertencia en tierra cuando la tormenta empezó a alejarse de la isla.
Casi 8.000 personas tuvieron que ser evacuadas, y las precipitaciones llegaron a los 1.414 milímetros en las montañas cercanas a la costa este taiwanesa, según las autoridades de rescate.
Afectada por las acusaciones de haber respondido tarde al tifón de agosto que mató a unas 770 personas, la mayoría en corrimientos de tierra provocados por la lluvia, Taiwán ordenó evacuaciones antes del paso de Parma.
La tormenta irrumpió el sábado en el norte de Filipinas, provocando inundaciones y destruyendo cosechas e infraestructuras por valor de casi 800 millones de pesos (unos 11,71 millones de euros), según las autoridades y las noticias de la radio.
Más de 300.000 personas se han visto afectadas, y un tercio de ellas están en alojamientos provisionales. En algunas zonas aún no se han restablecido el suministro eléctrico o las comunicaciones.
Ketsana, el tifón que golpeó a la zona de la capital hace más de una semana, mató a 300 personas y causó daños por valor de 7.630 millones de pesos en cosechas, en su mayoría arroz a punto de recogerse.
El Gobierno está preparando un presupuesto suplementario de 10.000 millones de pesos para financiar los trabajos de ayuda y podría emitir bonos de entre 250 y 500 dólares para financiarlo, además de sus planes anteriores de emitir bonos en yenes.
El secretario de Agricultura, Arthur Yap, dijo que las reservas de arroz eran suficientes pese a los daños en las cosechas. Cualquier importación sería para utilizar en 2010 y se hará en "un momento adecuado", añadió.
Naciones Unidas también está recaudando 75 millones de dólares, pidiendo ayuda a sus estados miembros y agencias donantes para los trabajos de ayuda y recuperación en las zonas golpeadas por los tifones en Filipinas.
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