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Tímida respuesta a la huelga general en Egipto, marcada por las medidas seguridad

EFE

Egipto vivió hoy una jornada de huelga general con un tímido seguimiento entre los trabajadores y amplia respuesta en universidades y colegios, pero marcada sobre todo por el masivo despliegue policial, que ha abortado casi todas las expresiones de protesta.

Pese a la aparente falta de respuesta en los puestos de trabajo, la huelga de hoy supone un nuevo peldaño en el malestar social contra el presidente Hosni Mubarak y su Gobierno de tecnócratas, a tan sólo dos días de la celebración de las elecciones municipales.

La huelga contra el alza de los precios -que han crecido un 13 por ciento en 2008- fue convocada por organizaciones y partidos de oposición, pero no consiguió sumar a los Hermanos Musulmanes, la mayor asociación opositora del país, cuya implicación habría sido decisiva para movilizar a más gente.

Pese a ello, 62 personas fueron detenidas en todo el país por planear su participación en manifestaciones, según informaron a Efe fuentes de seguridad.

De ellas, alrededor de medio centenar pertenecen al movimiento "Kifaya" ("Basta"), un conglomerado opositor que engloba a grupos arabistas, izquierdistas y liberales.

Desde primeras horas de la mañana decenas de camiones policiales y cientos de agentes antidisturbios desplegados en las calles y sobre todo en las plazas del centro de El Cairo, pedían la documentación a cualquier persona sospechosa de tener intenciones de manifestarse e impedían a la gente detener el paso, especialmente a los grupos compuestos por más de tres personas.

Una de las pocas manifestaciones que consiguieron celebrarse reunió a cerca de medio millar de personas en la sede del Sindicato de Abogados, en pleno centro de la capital egipcia, donde los asistentes gritaron consignas como "abajo Mubarak" o "Mubarak ladrón", ante la mirada de un imponente despliegue policial.

La policía impidió que decenas de egipcios que pasaban por la avenida Ramsis, frente al sindicato, se unieran a los manifestantes y finalmente optó por cerrar la calle a los peatones.

"Venimos de la Universidad de Ein Shams para protestar contra el encarecimiento de los precios", aseguran dos chicos y una chica que gritan consignas desde la terraza de la sede de los abogados egipcios.

"Levántate Egipto, mañana empieza la revolución", "Libertad, Libertad, Hosni Mubarak deja de robar", "Dios es Grande", coreaban los presentes con los brazos en alto.

Estudiantes de la universidad de El Cairo, publicaron esta mañana un comunicado de solidaridad con la huelga en la página web de los Hermanos Musulmanes egipcios, que en el último momento decidieron no secundarla.

Además de las universidades, numerosos colegios han cerrado hoy sus puertas, aunque estos segundos, parece que más por precaución que por solidaridad.

En la localidad de Muhalla al Kubra, donde decenas de miles de trabajadores del sector textil estaban llamados a manifestarse y en donde se esperaba el mayor respaldo a las movilizaciones, la huelga general no ha tenido demasiado seguimiento, aunque algunas tiendas, como las joyerías, cerraron durante el día de hoy.

Mohamed el Abbasy, miembro del minoritario Partido del Frente Democrático de esta ciudad, calculó en un 20 por ciento el seguimiento del paro y señaló que las fuerzas de seguridad del Estado amenazaron en los últimos días a los ciudadanos para que no secundaran la huelga general de hoy.

Un representante de los 27.000 trabajadores de la fábrica pública de algodón Gazal al Muhallam, Karim al Behirey, también denunció a los periodistas que las fuerzas de seguridad, tanto dentro como fuera de las naves industriales, impidieron cualquier concentración.

Los obreros de Gazal al Muhallam, que ya realizaron grandes movilizaciones en 2006 y 2007, tenían previsto tomar hoy la fábrica en apoyo a la huelga nacional y para exigir al Gobierno que aumente sus salarios de las 300 libras egipcias actuales (54 dólares) a 1.000 (181 dólares).

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