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La estafa del piso de la mujer piloto de British Airways

Ofrecen un apartamento inmejorable por 400 euros, pero antes de poder visitarlo o de firmar contrato alguno, hay que mandar 1.200 euros a una cuenta corriente en Italia. La supuesta arrendadora se hace pasar por una piloto. 

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Pantallazo del correo electrónico en el que facilitan los datos donde el supuesto cliente debe ingresar 1.200 euros para recibir el contrato de alquiler.

Actualizado:

Salón del piso que, supuestamente, se alquila en Embajadores por 400 euros al mes

Dormitorio

Cocina

Salón del piso que, supuestamente, está en alquiler

Cuarto de baño

Cocina desde otra perspectiva

MADRID.- La oferta es irrechazable. Tan suculenta, que, ya de primeras, huele a timo. Un apartamento de 47 metros cuadrados, en Embajadores, muy cercano al centro de Madrid, exterior, completamente reformado, un salón de diseño y un baño tan limpio y lujoso que te permitiría desayunar sobre el lavabo. El precio: 399 euros con luz, gas, agua y comunidad incluido. Un chollo. Por supuesto, también los muebles. Aunque si el inquilino así lo desea, una empresa de mudanza puede llevárselos. Sin coste alguno, obviamente.

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Al día siguiente, un correo electrónico advierte de que el piso está disponible. La remitente es, supuestamente, Helen Mcnamara, que se presenta como piloto de avión en British Airways. La cuenta de correo electrónico es bastante clara en este aspecto helenmcnamara@pilot-britishairways.com. Si el potencial cliente quiere certificar la identidad de la supuesta remitente encontrará a través de Google un reportaje en la BBC en la que aparece la piloto real en un reportaje titulado ¿Por qué no hay más mujeres piloto? y un perfil en Facebook donde también se da cuenta de que se trata de Mcnamara, la piloto de avión. 

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A fallback.

El precio: 399 euros con luz, gas, agua, comunidad, WiFi, plaza de garaje, muebles... todo incluido. Un chollo.

"Acabo de volver de Dubai... yo estaba con el trabajo, no en vacaciones :). En primer lugar, Gracias por su e-mail. Heredé el casa de mi abuelo cuando allá lejos, yo soy officer Pilot British Airways y yo soy de Reino Unido (Ciudadano Británico), así que decidí alquilar toda. El casa es para 399 euros al mes", arrancaba textualmente el mail, que continuaba con una descripción de la casa: ascensor, balcón, lavadora, secadora, plaza de garaje, WiFi...

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Pantallazo del correo electrónico en el que facilitan los datos donde el supuesto cliente debe ingresar 1.200 euros para recibir el contrato de alquiler.

A partir de este momento, toda la mensajería entre el supuesto arrendador y el presunto arrendatario transcurre en inglés. La presunta piloto expone el modo el que se procederá al alquiler del piso. El interesado debe pagar dos meses de alquiler más uno de fianza, en total 1.200 euros, a través de un supuesto servicio que ofrece Airbnb, una empresa que ha creado una comunidad donde los clientes ponen en alquiler sus casas cuando éstas se encuentran vacías y pueden alquilar la de otros usuarios. Una vez pagada la cantidad, el cliente recibirá una carta con el contrato y las llaves del piso.

"He elegido Airbnb porque son la agencia internacional más segura", insiste el presunto arrendatario. Tras un par de correos más con envío de datos personales, la persona interesada en alquilar el piso recibe un correo de support@express-airbnb.co.uk. El correo suplanta la identidad de la empresa e imita su estética, aunque cometen algún error. Por ejemplo, el mensaje incluye publicidad de la NBC, Financial Times y BBC News, entre otras. ¿El problema? AirBnb no tiene admite publicidad. 

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El presunto dueño de la casa accedió a enviar una foto, pero ya nunca más volvió a contestar. 

La dirección electrónica de Airbnb no es la única que el supuesto arrendador ha falsificado. Es evidente que la persona que trata de alquilar esta casa no se trata de la piloto de British Airways y sí de alguien que ha suplantado su identidad. Este periódico ha tratado, sin éxito, de contactar con la verdadera Hellen Mcnamara.

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