Un título vetado a los quinceañeros

El paso del tiempo le ha convertido en proteccionista. "He visto a demasiados niños en la clínica móvil con los huesos rotos. Creo que nadie, a su edad, debe pasar por ello", reflexiona Loris Capirossi. En su época, en la que se convirtió en el campeón mundial más joven de la historia con 17 años, la mayoría de edad se alcanzaba en el octavo de litro con 15 años. Una normativa que permitió, la pasada temporada, a Scott Redding convertirse, con apenas 15 años, en el ganador más joven de un gran premio. Con una fisiología aún en construcción y esos gallos que delatan una voz que quiere ser madura, Redding demostró que ya domina el discurso del piloto. Varias respuestas sobre el comportamiento de su Aprilia, el recuerdo obligado a sus patrocinadores y esa coletilla final "tenemos que seguir trabajando" aprendida del propio Rossi.

Sin embargo, la FIM (Federación Internacional de Motociclismo) ha decidido aumentar el veto para pilotar una moto de 125 cc a los 16 años. "Queremos proteger a los pilotos más jóvenes para que, cuando lleguen al Mundial, lo hagan con la máxima experiencia posible", aseguran desde la federación internacional.

Con este veto, la FIM pretende darle un año más de experiencia a la adrenalina desbocada de los chavales, que se licencian de las competiciones de promoción o de los títulos nacionales acostumbrados a pilotar motos de menor potencia. Un argumento que se constata posteriormente con la estadística de accidentes. De hecho, la pasada temporada se convirtió en el año de más caídas en el Mundial, con una media de 16 accidentes en cada gran premio.

Entre los componentes de una parrilla que no llega a los 20 años de edad media (19 años y 8 meses) sobresalen los rasgos aniñados de Beaubier, Savadori, Redding, Sembera, Marc Márquez o Folger. Ninguno de ellos podrá celebrar una victoria con champán. El alcohol está vetado a los menores de 18 años.