Este artículo se publicó hace 17 años.
Con el TLC con Israel, Mercosur rompe con un letargo en lograr acuerdos comerciales
El Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado hoy entre el Mercosur e Israel no sólo es el primero que se firma con un país fuera de Latinoamérica sino que termina con años sin avances sustanciales del bloque sudamericano en sus negociaciones exteriores.
El Mercado Común del Sur (Mercosur), fundado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y al que Venezuela está en proceso de adhesión, no rubricaba un pacto comercial desde 2004 cuando suscribió un acuerdo de preferencias con la India que no está aún en vigor por falta de ratificación parlamentaria.
Con las conversaciones iniciadas en 1999 para un acuerdo de asociación política y comercial con la Unión Europea (UE), estancadas desde hace un año y que se retomarán en mayo próximo en Lima, el Mercosur ve en el TLC logrado con Israel un aliciente para seguir procurando la apertura de nuevos mercados.
"El acuerdo con Israel tiene un carácter comercial importante, pero sobre todo simbólico desde las posibilidades que nuestro espacio económico pueda tener con otras regiones", destacó el canciller uruguayo, Reinaldo Gargano.
El bloque tiene abierto el diálogo desde 2006 con el Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudí, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar y Omán) para lograr un TLC.
Asimismo, desde 2005 intenta poner en marcha un acuerdo de preferencias con la Unión Arancelaria de África Austral (SACU, integrada por Botsuana, Lesoto, Namibia, Suazilandia y Sudáfrica) y busca abrir negociaciones con el Sistema de Integración Centroamericano (SICA).
También estudia la posibilidad de abrir negociaciones con Singapur y Corea del Sur.
El tratado firmado hoy se negociaba desde diciembre de 2005, cuando el mayor bloque suramericano e Israel suscribieron un acuerdo marco para buscar un pacto de liberalización de sus intercambios.
El acuerdo cubre el 90 por ciento del comercio, con un calendario de desgravaciones arancelarias progresivas de cuatro fases (inmediata, a 4, 8 y 10 años).
El volumen de intercambios entre estos socios puede parecer marginal si se considera que el Mercosur concluirá este año con exportaciones globales por 217.000 millones de dólares y que Israel lo hará con colocaciones cercanas a los 47.000 millones de dólares.
Sin embargo, la balanza comercial entre ambos muestra un dinamismo creciente y el bloque suramericano es consciente de las oportunidades que se le abren para lograr un mayor acceso a un mercado con alto poder adquisitivo como el israelí, con un producto interior bruto (PBI) nominal per capita de 22.000 dólares e importaciones anuales por 48.000 millones de dólares.
Israel es además un país que concentra su comercio en mercados con los que tiene acuerdos (Unión Europea, Estados Unidos, Turquía, México, Canadá, Jordania y Egipto).
Según datos del Buró Central de Estadísticas israelí, en los primeros diez meses de este año los cuatros socios del Mercosur exportaron a Israel por 460,2 millones de dólares, con un alza interanual del 22 por ciento, e importaron desde ese país por 653 millones de dólares, un 40 por ciento más que en igual lapso de 2006.
Los principales productos que el bloque sudamericano exporta a Israel son granos y cereales, bienes de capital y calzado, mientras que Israel le provee de agroquímicos, software y productos tecnológicos.
El 70 por ciento de los intercambios se explica por el comercio entre Israel y Brasil, que en los primeros diez meses del año le exportó al país asiático por 238 millones de dólares y le compró por 540 millones de dólares.
Aunque con intercambios mucho menores, Argentina, Paraguay y Uruguay sí tienen saldo positivos en la balanza comercial con Israel.
El acuerdo sellado hoy no incluye a Venezuela, que está en proceso para ingresar al Mercosur como socio pleno.
Una vez que entre en vigor el acuerdo de adhesión de Venezuela al bloque, el país caribeño tendrá 270 días para analizar el tratado y deberá ser el Mercosur el que consulte a Israel sobre su disposición para negociar la incorporación venezolana al TLC.
La suerte de este asunto es incierta, dada las fricciones políticas que se han registrado entre Israel y el gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, que mantiene lazos estrechos con Irán.
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