Este artículo se publicó hace 15 años.
Tomasito da una vuelta a sus perversiones flamencas en un nuevo disco
Tomasito, el "niño-robot" del flamenco que ya en los ochenta deslumbró a la mismísima Lola Flores con su desparpajo para cantar o para bailar break-dance por bulerías, vuelve con "Y de lo mío ¿qué?", un nuevo disco con el que da una vuelta de tuerca más a sus peculiares "perversiones" musicales.
Kiko Veneno, German Coppini, El Canijo de Los Delincuentes o Muchachito Bombo Infierno son algunos de los artistas que han colaborado en este nuevo trabajo discográfico de Tomasito, el quinto de la carrera de este bailaor y cantaor que se crió en su Jerez natal con lo más ortodoxo del flamenco y que creció admirando a grupos de rock como AC/CD.
Hacía siete años, desde "Cositas de la realidad", que Tomasito (Jerez de la Frontera, 1969) no publicaba un nuevo disco, pero eso no significa que en este tiempo no haya trabajado.
Ha recorrido el mundo como parte de "Calle 54" junto a músicos como Paquito D'Rivera, Chano Domínguez, Bebo Valdés o Jerry González y también formado el grupo "fantasma" G-5 con Kiko Veneno, Muchachito Bombo Infierno y Los Delincuentes, con quienes grabó el disco "Tucaratupapi".
"Los flamencos no sacamos discos por sacar, yo he preferido esperar hasta tener algo bueno", cuenta, en una entrevista con EFE, Tomasito, que en este álbum, por primera vez, se ha atrevido a componer él solo las músicas de unas letras que han escrito para él músicos como Kiko Veneno, autor de "la vida está mu mala" y "Consejos de mi padre", las dos canciones que abren el álbum.
Pese al desparpajo que le caracteriza, Tomasito cuenta que le daba hasta "corte" componer música, algo que ha hecho de una forma tan casera que no parece propio de esta época en la que tener un estudio de grabación casero está al alcance de cualquiera que tenga poco más que un ordenador.
"He compuesto las músicas en mi casa, con mi mujer cocinando y mis tres hijos correteando. Con una guitarra del Lidl de cincuenta euros y colocando el micrófono sobre tres cartones de leche. Si a mis hijos y a mi mujer les gustaban, le mandaba una maqueta a Tino di Geraldo", el multiinstrumentalista que, además de producir "¿Y de lo mío qué?", toca en el disco desde la batería a las guitarras.
Los once temas del álbum, que edita Nuevos Medios, son para Tomasito, una colección de recuerdos, ideas y notas que después de años han tomado forma de canciones, de tarantas, fandangos o alegrías pasadas por blues, rock, rap o reggae.
Todos son nuevos temas excepto "Black in black", una versión flamenca de uno de los mayores éxitos de AC/CD que Tomasito había grabado hace años y que la discográfica multinacional con la que antes trabajaba no quiso publicar, a pesar de ser una muestra del trabajo de este artista que dice que el flamenco y el rock son dos músicas "muy fuertes" que congenian. "Es como poner un enchufe en la pared, si se hace bien, no saltan chispas".
"A la mayoría de los flamencos, el rock no les entra, no saben lo que se pierden", cuenta Tomasito, que a los 12 años se plantó delante de su padre y le dijo que no quería ir más al colegio porque quería cantar y bailar.
"El, un aficionado al flamenco ortodoxo que se ha codeado con todos los grandes cantaores, me pidió que bailara y cantara para él, lo hice y me dijo: estás aprobado, puedes dejar de ir al colegio", recuerda Tomasito, que empezó a fusionar "sin maldad, sin darme cuenta" y creando un estilo personal que encandiló a Lola Flores, que en 1986 empezó a pedirle que colaborase con ella en programas de televisión e hizo posible que en 1993 grabara su primero disco.
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