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Tony Blair presionó a Gordon Brown para que la investigación sobre Irak fuera en secreto

EFE

El ex primer ministro británico Tony Blair presionó a su sucesor en el cargo, Gordon Brown, para que la investigación sobre la guerra de Irak anunciada esta semana se llevara a cabo en secreto, a fin de evitar un espectáculo mediático.

Según publica hoy el dominical "The Observer", Blair, que implicó al Reino Unido en la guerra en 2003, trató de influir en Brown a través del ministro del Gabinete, Gus O'Donnell, por temor a que se filtrase un diálogo directo con el actual jefe del Gobierno.

El antiguo líder laborista, gran aliado del ex presidente de EEUU George W. Bush durante el conflicto, no quería prestar testimonio en público y bajo juramento sobre el uso de la información de inteligencia y sus conversaciones con Bush antes de la contienda.

Según el diario "Independent On Sunday", una comparecencia pública de Blair ante la investigación habría minado su intento de convertirse en el presidente de la Unión Europea (UE), puesto para el que necesita el apoyo de países europeos opuestos a la guerra.

Un portavoz del ex "premier" británico comentó que la iniciativa de abrir la pesquisa, que comenzará el próximo mes, constituye "una decisión del actual Primer Ministro, no del anterior".

Un portavoz de Downing Street, residencia oficial del jefe del Ejecutivo, negó las alegaciones del "Observer".

"Nosotros siempre hemos dejado claro que consultamos a varias personas antes de anunciar el inicio de la investigación, incluidas antiguas figuras del Gobierno. No vamos a hablar sobre la naturaleza de esa discusiones", agregó el portavoz de Downing Street.

Nick Clegg, líder del Partido Liberal-Demócrata, que rechazó la invasión de Irak, dijo que "si es verdad que Blair demandó secretismo, es escandaloso que una pesquisa sobre el mayor desastre de política de exterior desde (la crisis de) Suez sea amordazada para satisfacer las necesidades individuales del hombre que nos llevó a la guerra".

El pasado lunes, Brown anunció ante el Parlamento que la investigación, presidida por ex subsecretario de Estado permanente para la Oficina de Irlanda del Norte, John Chilcot, sería a puerta cerrada para no comprometer la seguridad nacional.

Pero el jueves, el Primer Ministro cambió de parecer y accedió a que la pesquisa sea parcialmente pública tras las presiones recibidas por parte de la oposición, los militares y las familias de los soldados muertos.

Entre los críticos del Gobierno destacó el ex primer ministro conservador John Major, que tildó de "inexplicable" la decisión inicial de hacer la investigación en privado y advirtió del riesgo de que los ciudadanos consideren la pesquisa un "encubrimiento".

El próximo miércoles, Brown se enfrenta en la Cámara de los Comunes a una votación de una moción de los conservadores que reclama que la investigación tenga lugar a puerta abierta "siempre que sea posible".

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