Este artículo se publicó hace 15 años.
Tony Blair, entre los testigos de la investigación sobre la guerra de Irak
El ex primer ministro británico Tony Blair figura entre los principales testigos llamados a declarar en la investigación pública sobre la guerra de Irak, calificada por sus críticos de "ilegal" y "basada en mentiras".
El comité investigador, que preside el ex funcionario Sir John Chilcot, examinará en su primera jornada, hoy martes, la política exterior británica hacia Irak en los prolegómenos de la invasión, que ser produjo en 2003.
También escuchará el testimonio de Sir Peter Ricketts, que presidió el Comité Conjunto de los Servicios de Inteligencia los años 2000 y 2001.
Los integrantes del comité fueron elegidos por el propio Gobierno, lo que ha hecho dudar a algunos de su independencia.
Chilcot se ha esforzado, sin embargo, seguridades de que se llegará hasta el fondo y no será un simple ejercicio destinado a exonerar a los políticos.
En declaraciones a la agencia Press Association, Chilcot dejó claro que no se trata de un tribunal que debe determinar la culpabilidad o la inocencia de quienes tomaron la decisión de invadir Irak sin el suficiente mandato de las Naciones Unidas.
La investigación, que examinará el período comprendido desde el 2001 hasta 2009, durará varios meses, y Blair no prestará declaración hasta después del Año Nuevo.
De aquí hasta las Navidades presentarán su versión de los hechos altos funcionarios, diplomáticos y jefes militares.
Los cinco miembros del comité, entre los que hay dos historiadores, han examinado una "montaña de documentos" y se han entrevistado con familiares de la mayoría de los 179 militares caídos en ese conflicto.
Entre las principales cuestiones que deberán dilucidarse están la de la presunta ilegalidad de la guerra y si Tony Blair engañó al Parlamento y al pueblo británico, como sostienen muchos, al exponer las razones para la invasión.
Ésta es la tercera investigación en torno al conflicto: la llamada encuesta Butler examinó los fallos de los servicios de inteligencia antes de la guerra mientras que la encuesta Hutton estudió las circunstancias que llevaron al suicidio del experto en armamento David Kelly.
Kelly fue denunciado por alguien de dentro del Gobierno como el hombre que había filtrado a la BBC la noticia de que el Ejecutivo de Tony Blair había exagerado deliberadamente el peligro de las supuestas armas de destrucción masiva de Sadam Husein.
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