La tormenta hipotecaria durará meses, pero no será una crisis, según un experto

La actual tormenta crediticia originada por las turbulencias hipotecarias en Estados Unidos durará muchos meses, pero no se convertirá en una crisis internacional, sostuvo hoy el economista Jaime Requeijo, director de la cátedra BBVA de economía global.

La turbulencia de los mercados financieros no va tener efectos profundos, aunque sí un largo alcance en el que algunas entidades tendrán que pasar por una purga hasta que se recupere la normalidad, añadió el experto en una conferencia.

A juicio de Requeijo, los bancos centrales tanto de Estados Unidos como de la zona euro están acertando con las inyecciones de liquidez en el sistema financiero para evitar males mayores.

El catedrático opinó que las autoridades monetarias de ambos lados del Atlántico tienen que llevar a cabo estas intervenciones, porque así han evitado que la situación empeore.

El economista explicó que la tormenta crediticia que estalló en julio por las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos se podía prever después de un largo periodo de tipos de interés bajos.

Lo que ha sorprendido, añadió, han sido las consecuencias de la tormenta financiera en todos los mercados mundiales y el hecho de que se paralizara el mercado interbancario, cosa que no había ocurrido nunca, ni siquiera durante los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.

En cuanto a la posibilidad de que la tormenta crediticia se contagie a la economía real y acabe amenazando al crecimiento económico de Estados Unidos, Requeijo vaticinó que la turbulencia se mantendrá en niveles tolerables.

En cuanto a la caída de cotización del dólar frente al euro, Requeijo dijo que es buena para la economía de Estados Unidos, que recupera así competitividad, porque a su juicio el dólar tenía un valor demasiado elevado.

El subgobernador del Banco de España. José Viñals, que presentó al conferenciante, destacó como dato relevante que Estados Unidos ha estornudado, pero el resto del mundo no ha sucumbido a la pulmonía.