Toyota Motor anunció el miércoles que se retiraba de las carreras de Fórmula Uno, dejando a Japón sin un equipo en la máxima categoría del automovilismo deportivo.

El presidente de la compañía, Akio Toyoda, pidió disculpas por el fracaso del equipo al no obtener ni un triunfo desde que ingresó en la F-1 en 2002, pese a un presupuesto anual de unos 205 millones de euros.

"Esta fue una decisión difícil pero finalmente inevitable", dijo el ejecutivo en una conferencia de noticias en Tokio. "Desde el año pasado, con el empeoramiento de la situación económica, hemos estado luchando con el interrogante de saber si continuábamos en la F-1", explicó.

"Nos estamos retirando definitivamente de la Fórmula Uno. Ofrezco mis más profundas disculpas a los muchos aficionados de Toyota por no haber sido capaces de alcanzar los resultados que nos habíamos propuesto", concluyó Toyoda.

La decisión del mayor fabricante mundial de coches de retirarse de la F-1 se produce cuando el sector automovilístico comienza a estabilizarse tras los desplomes de las ventas como consecuencia de la crisis financiera internacional.

La partida de Toyota como equipo y como proveedor de motores asesta un nuevo golpe a la categoría después de que Honda, la segunda automotriz japonesa, también abandonara los circuitos en diciembre pasado.

También deja a Japón sin un equipo en la F-1, y continúa con la caída de las compañías japonesas del automovilismo deportivo, después de que Subaru y Suzuki se retiraran del campeonato de rally.

El fabricante de motocicletas Kawasaki también dio de baja a su equipo de MotoGP por la severa crisis que afecta al mercado, y el fabricante de neumáticos Bridgestone anunció el lunes que no renovará su contrato de provisión a la F-1 tras la temporada 2010.