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Toyota se enfrenta a una investigación criminal en EEUU

Reuters

Toyota Motor Corp reveló que enfrenta una investigación criminal en Estados Unidos por su gestión de problemas de seguridad que llevaron a una revisión masiva de vehículos, en tanto que un panel del Congreso acusó a la firma de ofrecer declaraciones aparentemente engañosas.

Los problemas de la firma se ahondaron el lunes al divulgarse como evitó que reguladores de seguridad estadounidenses ampliaran una investigación en 2007 y al conocerse que la Comisión Nacional de Valores (SEC, por su sigla en inglés) solicitó documentos.

Esto ocurre en momentos en que el presidente de Toyota, y nieto del fundador de la compañía, se prepara para una audiencia en el Capitolio sobre problemas de aceleración involuntaria ligados al menos a cinco muertes en Estados Unidos, mientras otros 29 fallecimientos están siendo examinados.

Akio Toyoda, quién asumió el mando de la automotriz número uno del mundo en junio pasado, testificará el miércoles ante la comisión de Supervisión y Reforma de Gobierno de la Cámara de Representantes.

En un gesto que, según dijo, busca tranquilizar a sus clientes, Toyota expresó el lunes a última hora que instalaría sistemas de control de frenado en tres modelos adicionales de vehículos que ya están circulando: la camioneta Tacoma (desde el modelo 2005 hasta la actualidad), el híbrido Venza (del 2009) y el Sequoia SUV.

El sistema asegura que el freno anule el efecto del acelerador en casos donde ambos estén deprimidos.

La decisión engrosaría el volumen y el coste de una llamada a revisión que ya ha afectado a cinco modelos, incluido el popular Camry. Toyota dijo que tendría la misma tecnología de seguridad en la mayoría de los modelos vendidos en Estados Unidos para finales de 2010.

Toyota ha llamado a revisión más de 8,5 millones de vehículos a nivel mundial por problemas que incluyen aceleradores atascados, aceleradores presionados por alfombrillas sueltas, y un fallo en los frenos de sus vehículos híbridos.

También está investigando informaciones de problemas con la dirección del Corolla, su segundo modelo más popular en Estados Unidos.

En un anticipo de la línea que podría adoptar en su testimonio, Toyoda dijo en una declaración publicada en el Wall Street Journal que está comprometido a asegurar que Toyota aprendió de la crisis y modificó sus métodos.

"Me queda claro que en los años recientes no escuchamos con el cuidado que debimos, o respondimos tan rápido como debimos, a las preocupaciones de nuestros clientes", escribió Toyoda.

"Aunque investigamos de buena fe los desperfectos, nos concentramos demasiado en los asuntos técnicos, sin tomar en cuenta completamente cómo nuestros clientes usan nuestros vehículos", agregó.

La disculpa extendida de Toyoda se dio a conocer horas después de que Toyota dijo que el 8 de febrero recibió una citación de la oficina del fiscal estadounidense para el distrito sur de Nueva York, que tiene jurisdicción sobre algunas de las mayores compañías que cotizan en Wall Street.

La automotriz también informó que la SEC había pedido documentos relacionados con la aceleración involuntaria de vehículos de Toyota y las políticas de revelación de datos de la compañía.

Toyota dijo que cooperaría con las investigaciones.

Daniel Margolis, un ex fiscal federal y actual integrante de la firma Pillsbury Winthrop Shaw Pittman LLP, dijo que las llamadas a revisión de algún producto normalmente no provoca una investigación criminal.

"Deben tener alguna información que los lleva pensar que hay algo que vale la pena investigar", dijo Margolis.

Margolis agregó que los fiscales probablemente se centren en alguna declaración falsa que la compañía podría haber hecho a alguna agencia federal, como la Oficina Nacional de Seguridad de Tráfico de Autopistas de Estados Unidos (NHTSA, según su sigla en inglés).

ACUSACION DE LEGISLADORES

Documentos revisados por el Congreso parecen indicar que Toyota rechazó de manera consistente la posibilidad de que fallos electrónicos fueran responsables por los incidentes de aceleración involuntaria, dijeron el lunes dos legisladores de alto rango que investigan el asunto.

Los representantes Henry Waxman y Bart Stupak también dijeron en cartas a Toyota y reguladores estadounidenses que las declaraciones públicas de la automotriz sobre la conveniencia de sus recientes llamadas a revisión "parecían ser engañosas".

Los legisladores señalaron que sus conclusiones se derivan de una revisión preliminar de documentos provistos a la comisión por Toyota y la NHTSA.

Toyota dijo que está revisando la carta de Waxman y Stupak y que continúa cooperando con la comisión.

Documentos obtenidos por Reuters el lunes muestran que reguladores estadounidenses evaluaron una investigación mayor sobre los riesgos de aceleración en los vehículos de Toyota ya en 2007, dos años antes de que Toyota lanzara el primero de sus retiros masivos.

Pero la NHTSA concluyó su investigación del tema en octubre de 2007 sin encontrar un defecto en Toyota. La agencia tomó esa decisión pese a haber reconocido en privado la posibilidad de riesgos "extremadamente graves" para los consumidores y de que más vehículos de Toyota podrían estar afectados por el problema de aceleración.

Un documento de 2009 obtenido por investigadores del Congreso dice que Toyota Motor Corp ahorró más de 100 millones de dólares al hacer que reguladores de Estados Unidos aceptaran un arreglo barato para los problemas con el acelerador de sus coches.

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