Este artículo se publicó hace 14 años.
Toyota se somete al escrutinio del Congreso de EEUU por los problemas de los automóviles
El máximo ejecutivo de Toyota en EE.UU., James E. Lentz, se somete hoy al escrutinio del Congreso estadounidense sobre la llamada a revisión de 8,5 millones de vehículos por problemas de aceleración, y la respuesta del Gobierno federal.
Para el miércoles, se espera con gran expectación la comparecencia del presidente mundial de Toyota, Akio Toyoda.
Estas audiencias se producen en un momento en el que Toyota está desarrollando una intensa campaña publicitaria para controlar los daños a su imagen y a sus cuentas tras la llamada a revisión de esos vehículos en todo el mundo.
La audiencia de hoy en el subcomité de Supervisión e Investigaciones, del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, contará con los testimonios de Lentz, presidente de Toyota Motor Sales USA; el secretario de Transporte de EE.UU., Ray LaHood, y el director de la Administración Nacional para la Seguridad Vial en las Carreteras (NHTSA), David Strickland.
El lunes, el mismo subcomité reveló que Toyota había descartado la posibilidad de que defectos electrónicos pudieran haber contribuido a los problemas de aceleración súbita en algunos modelos, e hizo declaraciones públicas "engañosas" sobre la llamada a revisión.
También tachó de "gravemente deficiente" la respuesta del Gobierno federal.
Así, se prevé que en la audiencia de hoy, LaHood rinda cuentas sobre la respuesta del Gobierno a los problemas de Toyota. LaHood ha dicho en días recientes que el Departamento de Transporte empezó a investigar quejas en diciembre de 2003.
Pero el testimonio más esperado será, sin duda, el del propio presidente mundial de Toyota, Akio Toyoda, ante el Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes mañana.
Toyoda, que al principio había rehusado comparecer ante el Congreso, estará acompañado también por el presidente de Toyota para Norteamérica, Yoshi Inaba, además de LaHood y Strickland.
Toyoda, nieto del fundador de la empresa, ha reconocido públicamente los problemas en las normas de calidad de Toyota, especialmente durante la última década cuando experimentó un período de gran crecimiento.
Toyota tiene plantas de producción en seis estados de Estados Unidos y emplea directamente a unos 36.000 empleados, cifra que no incluye a los trabajadores en la cadena de suministros de la empresa automovilística.
La empresa, que ahora también es sujeto de investigaciones del Gobierno y de la Comisión de Mercado de Valores (SEC), tiene, por ejemplo, plantas de ensamblaje en Kentucky y en Virginia Occidental, algunos de cuyos senadores respaldan a la empresa.
Según expertos, en las audiencias los legisladores buscarán un equilibrio entre el escrutinio de los problemas de seguridad de ciertos modelos de Toyota, altamente popular entre los conductores estadounidenses, y no castigar demasiado a una empresa que ofrece empleos altamente remunerados en el sector manufacturero en Estados Unidos.
Se calcula que en 2009, Toyota invirtió unos cinco millones de dólares en campañas de presión ante el Congreso y, según el diario The Washington Post, ha gastado más de 1,3 millones de dólares en donaciones políticas en la última década.
El Gobierno de Estados Unidos ha recibido más de 2.600 quejas desde 2000, incluyendo 34 muertes.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.