Este artículo se publicó hace 17 años.
Un trabajador presente en la explosión de Elorrio dice que provocó una gran lengua de fuego
Uno de los trabajadores de la empresa Leunketan de Elorrio, donde esta mañana se registró una explosión que hirió a cinco empleados, uno de los cuales falleció en el hospital, relató a Efe que "una gran lengua de fuego" surgió desde el suelo hasta el techo de la nave.
Según explicó, en el momento del estallido sobre las diez y veinticinco de la mañana, "surgió desde el suelo una gran lengua de fuego que alcanzó el techo de la nave", y que provocó un "sofocante calor" en el interior de la planta, donde sus operarios estaban puliendo piezas de magnesio.
Junto a la compañía de pulido y lijado de metales Leunketan de Elorrio, en la que se declaró el fuego, el subinspector jefe de guardia de Bomberos relató que las llamas comenzaron cuando dos electricistas de una empresa de mantenimiento externa soldaban unos focos en el techo de la nave, encaramados sobre una grúa.
Añadió que, al parecer, se produjo una explosión cuando algunas chispas de la soldadura de ambos electricistas -un padre y su hijo que sufrieron heridas graves- cayeron sobre uno de los palés que contenía polvo humedecido de magnesio, "un material muy inflamable" al contacto con el agua.
Las llamas provocaron quemaduras de gravedad a tres personas, que fueron trasladadas al Hospital de Cruces, donde finalmente falleció una de ellas; y a un cuarto empleado, que fue evacuado al Hospital de Galdakao con quemaduras en una mano y en el antebrazo.
La Ertzaintza informó también de que un quinto trabajador herido fue atendido en el centro de salud de Elorrio al presentar quemaduras de carácter leve.
El representante de Bomberos precisó que, en el momento en el que se produjo el accidente laboral, habría en esta empresa, una pequeña compañía familiar situada en el polígono de Betsaide, cerca de media docena de trabajadores.
El incendio, que dejó prácticamente intacta la maquinaria industrial, aunque afectó a un cuadro eléctrico y a otras instalaciones menores, se extendió a otros seis palés con polvos de magnesio.
Para sofocar las llamas, los bomberos se vieron obligados a utilizar arena, dado que el agua en contacto con el magnesio hubiera avivado el foco.
Los efectivos del servicio foral de extinción de incendios cubrieron con arena los palés con llamas, que no sacaron al exterior de esta empresa para evitar que la lluvia reavivara el fuego.
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